En una sentencia de segunda instancia, la Segunda Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ucayali confirmó la pena privativa de libertad suspendida por cuatro años, con un periodo de prueba de dos años, impuesta a Carlo Brandon Castellano Linares. El acusado fue encontrado culpable del delito contra el patrimonio en la modalidad de estafa agravada, en perjuicio de Humberto Rabanal Tejada, Jessica Elizabeth Ventura Valdez y la Procuraduría Pública de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp).
El 18 de noviembre de 2011, Humberto Rabanal Tejada y su esposa, Jessica Elizabeth Ventura Valdez, compraron una propiedad ubicada en el lote 9 B 1lA de la manzana 2023, en el distrito de Callería, la cual pertenecía a Carlo Brandon Castellanos Linares. Antes de concretar la compra, el 10 de noviembre, Rabanal Tejada obtuvo de las oficinas de los Registros Públicos de Ucayali una copia literal simple que indicaba que el inmueble no tenía ninguna hipoteca ni título pendiente.
🔴 VER TAMBIÉN: Inician juicio a Said Torres Guerra de Manantay y Fulgencio Tarazona de Iparía
Con esa información, los agraviados procedieron a la adquisición de la propiedad. Sin embargo, diez meses después, descubrieron que el terreno, un lote sin construcción de 5.15 metros de frente por 30.35 metros de largo, estaba siendo rematado por el Banco Continental. El remate se tramitaba en el Juzgado Civil de Coronel Portillo bajo el expediente 1984-2013-0-2402-JR-CI-01.
Sorprendidos y alarmados por la situación, los agraviados presentaron la documentación obtenida de los Registros Públicos de Ucayali y un certificado de gravámenes de Sunarp, ambos indicando que el terreno no tenía cargas ni anotaciones registrales. Estos documentos fueron contrastados con la demanda del Banco Continental, que evidenciaba la existencia de una hipoteca sobre el terreno.
Durante la investigación, la fiscalía tomó la declaración de Carlo Brandon Castellanos Linares, quien sostuvo que el terreno vendido estaba libre de hipotecas. Añadió que, aunque tenía dos deudas con el Banco Continental (una por una tarjeta de línea empresarial revolvente y otra por una garantía mobiliaria de una camioneta Hilux-Toyota), el trabajador del banco Rafael Rengifo Vásquez le aseguró que la propiedad no estaba hipotecada ni tenía deudas.
Sin embargo, al declarar, el funcionario del banco reconoció la veracidad parcial de las declaraciones de Castellanos Linares. Afirmó que, aunque lo mencionado era cierto, Castellanos Linares omitió que tenía otras deudas impagas, por lo cual hipotecó el terreno vendido. Estas deudas no fueron reestructuradas, motivo por el cual el caso fue remitido a la oficina de riesgos del banco.
