El Perú es un país en Mediano Desarrollo al tener un Presupuesto General de la República (PGR) para el año 2024 de S/240,806 millones de soles, al cambio US$64,732 millones; por ello muchas Agencias Internacionales que luchan contra la pobreza a nivel mundial, ya no consideran al Perú entre los países hábiles para ser apoyado.
Han sido testigos del aumento significativo del PGR gracias a la Constitución de 1993 que nos rige promulgada durante el gobierno de Alberto Fujimori, en ese año el PGR fue de S/44,516 millones, ha aumentado hasta la actualidad más de cinco veces.
Sin embargo, esto no se ve reflejado en las obras de infraestructura que el Perú requiere, bajo ese punto de vista seguimos siendo un país tercermundista con un alto déficit de infraestructura, estimado en US$159,549 millones para el período 2016-2025 por la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico.
La descentralización del gasto público, la falta de técnicos capacitados y la corrupción, han sido grandes obstáculos para construir la infraestructura que nuestro país requiere en carreteras, líneas ferroviarias, hospitales, obras de irrigación etc.
Esto ha quedado en evidencia al observarse que existen más de 1,700 obras paralizadas en todo el Perú, que demuestran una tremenda ineficiencia en la ejecución del gasto público tanto por el gobierno central, como los gobiernos regionales, provinciales y locales.
Definitivamente el anuncio que la Presidenta Dina Boluarte realizó en su mensaje presidencial del 28 de Julio sobre la creación del Ministerio de Infraestructura, es una reacción a todo lo explicado, pero requiere ser analizado con pinzas.
Se ha indicado que absorberá a diecisiete entidades que hoy pertenecen a diferentes Ministerios como Provías Nacional, Pro Inversión, Autoridad Nacional de Infraestructura, Programas Nacional de Infraestructura Educativa y de Inversiones en Salud, así como Agrorural.
El problema está en que administraría S/17,000 millones inicialmente, elevándose en los años subsiguientes conforme aumente el Presupuesto General de la República.
Por ello se deberían poner una serie de candados que deberían ser vistos en el Congreso de la República, cuándo se analice el Proyecto de Ley que el Poder Ejecutivo enviará a este Poder del Estado para la creación de este Ministerio.
Definitivamente todos los que entren a trabajar en esta nueva entidad deberían pasar una serie de filtros, para garantizar su honestidad a toda prueba y su capacidad para ejercer el cargo propuesto, de lo contrario este nuevo Ministerio se convertiría en un jugoso botín.
No debe dejarse espacio para los envarados, debería implementarse un régimen como el que existe en el Banco Central de Reserva donde solo profesionales destacados pueden postular a una plaza.
La Contraloría General de la República debe estar presente en todas las licitaciones que se realicen, con un eficiente Control Concurrente, no debe dejarse el mínimo espacio para que entre a hacer de las suyas” Pepe el Vivo”.
En este Ministerio se verían Proyectos de Estado a Estado y/o Asociaciones Públicas Privadas muy importantes para el país, como la nueva Carretera Central y la Longitudinal de la Sierra; líneas férreas desde Ica a Trujillo, de Andahuaylas a Marcona y de Pucallpa a la costa; irrigaciones como Chavimochic y Majes Siguas; así como la electrificación rural entre otros.
¡En Conclusión, Si a este Ministerio, pero con Controles!
POR CARLOS TUBINO
