Un alarmante caso de maltrato infantil ha salido a la luz en la provincia de Bagua, Amazonas, donde dos niños de la comunidad awajún fueron castigados con la planta de ortiga por pobladores locales. Este método, utilizado con el supuesto fin de «corregir su comportamiento», ha generado una fuerte indignación en todo el país.
Denuncia de maltrato infantil en Bagua
Euner Kajekui, un activista awajún perteneciente a la comunidad LGBTIQ+, denunció públicamente este acto de agresión hacia los menores, compartiendo imágenes que muestran el cruel castigo infligido por adultos de la comunidad. Según Kajekui, estas acciones podrían estar motivadas por prejuicios homofóbicos, lo que agrava aún más la situación.
El joven activista reveló que él también fue víctima de este castigo en su niñez, a manos de sus propios padres y otros miembros de la comunidad awajún, lo que añade una dimensión personal y dolorosa a su denuncia.
Efectos de la Planta de Ortiga
Kajekui advirtió sobre los efectos severos que produce el contacto con la planta de ortiga, mencionando que puede causar hasta cuatro días de dolor intenso, enronchamiento, ardor y picazón, lo que convierte a este castigo en una forma de tortura.
Reacción del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP)
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) se pronunció enérgicamente contra este acto de violencia, dejando claro su rechazo absoluto a cualquier forma de maltrato infantil. A través de sus redes sociales, el MIMP anunció que está tomando medidas para identificar a los responsables y proteger a los menores involucrados.
«Rechazamos cualquier tipo de violencia contra nuestras niñas, niños y adolescentes. El MIMP ha tenido acceso a un video que está circulando en redes sociales, donde se muestra castigos físicos a niños en una comunidad indígena de nuestro país. Estamos tomando medidas para identificar el lugar de los hechos y a los posibles afectados, con el fin de intervenir y contribuir a su protección», publicaron en su cuenta de X (anteriormente Twitter).
Este caso de maltrato infantil en Bagua ha puesto de relieve la necesidad urgente de protección y defensa de los derechos de los niños en comunidades indígenas, donde prácticas tradicionales pueden convertirse en actos de violencia y abuso. La denuncia de Euner Kajekui ha despertado la atención nacional y la acción inmediata de las autoridades para prevenir futuros abusos.
