Una madrugada trágica sacudió Huaycán el 24 de octubre, cuando una madre y sus dos hijos fueron asesinados a tiros en su vivienda de la Asociación Cerrito La Libertad. Sulma Soraida Rodríguez Rivera (50) salió a investigar un ruido tras escuchar la entrada forzada de un hombre a su casa y fue impactada en la cabeza. Su hija, Anguela Lucía Lliuyac Rodríguez (27), intentó auxiliarla y también fue baleada. Poco después, el agresor disparó al joven Iler Ítalo Lliuyac Rodríguez (18) en su habitación. Ítalo fue trasladado al Hospital de Emergencia de Ate Vitarte con signos vitales, pero murió en el camino. Dos menores de la familia, de 10 y 6 años, presenciaron la escena traumática.
El padre de los fallecidos y esposo de Rodríguez se encontraba trabajando en Chincha cuando ocurrió el crimen. Según la familia, no había antecedentes de amenazas. Peritos de la PNP realizaron las primeras diligencias y, tras sus investigaciones, Ricardo Espinoza, jefe de la División de Homicidios de la Dirincri, concluyó que el móvil del crimen se originó en una gresca entre vecinos. Según testigos, Ítalo fue atacado por un perro a las 2 a.m. y, al defenderse arrojando una piedra, provocó que el objeto cayera en la puerta de una casa donde se celebraba una reunión. Tras este incidente, los ocupantes de la vivienda iniciaron una confrontación que derivó en el fatal ataque como represalia.
La PNP ha descartado la hipótesis de extorsión o crimen organizado, catalogando el asesinato como resultado de conflictos interpersonales entre vecinos. Hasta ahora, dos sospechosos han sido detenidos y reconocidos por residentes de la zona.