Ucayali parece el paraíso de los menonitas. De cinco colonias que han llegado a la amazonia, al menos cuatro se han asentado en el departamento. De ellas, la más conflictiva ha resultado ser la Colonia Menonita de Masisea, cuyas diferencias con la comunidad Caimito del pueblo shipibo, han llegado a niveles muy ásperos. De todos modos, la semana pasada los dos grupos en conflicto se sentaron a zanjar sus diferencias. No hubo coincidencia. Pero apareció una resolución de la Dirección Regional de Agricultura, declarando la nulidad de “todo el procedimiento de demarcación territorial de la ampliación II de la Comunidad Nativa Caimito” que, según algunos, sería un salvavidas para los menonitas. Lo que provoca inquietud es que el asesor legal de los menonitas también sería asesor de Gambini.
«Los menonitas habrían deforestado más de 7,000 hectáreas en la Amazonía peruana desde 2017». Foto: Difusión
Los menonitas llegaron a Masisea el año 2014 y lo primero que hicieron fue comprar tierras cercanas a la ciudad y que estaban tituladas a nombre de pequeños agricultores y ganaderos. Pero no fue suficiente. Lo que ocurrió después, originaría el conflicto con la comunidad nativa Caimito del pueblo shipibo que ha llegado a niveles que parecen irreconciliables. Lo que genera inquietud es que el abogado de los menonitas aparezca también como asesor del gobernador Gambini.
EL ORIGEN
Coincidentemente (aunque dicen que en cuestiones de dinero no hay coincidencias) en setiembre del año 2015 la Dirección Regional de Agricultura de Ucayali, envió brigadas a Masisea con la finalidad de hacer un catastro rural en un área de bosques primarios al borde de la carretera Masisea-Imiría. El objetivo, aparentemente, era “sanear” la posesión de agricultores entregándoles títulos de propiedad.
Pero lo que realmente ocurrió es que estos “agricultores” apenas tuvieron las parcelas, empezaron a vendérselas a los menonitas. Lo que los técnicos de agricultura no previeron es que, algunas de esas parcelas se pusieron a nombre de personas que ni siquiera supieron que tenían una parcela.
Lo que tampoco previeron es que, algunas de esas parcelas se superponían a territorio de dos comunidades nativas: Caimito y Buenos Aires.
Por eso es que, el Procurador Público del Ministerio del Ambiente, Julio Guzmán, entrevistado por Yvette Sierra para Mongabay, aseveró que esta modalidad se puede tomar como tráfico de tierras promovida por funcionarios del Estado. “Es lo que pasa en la Amazonia y lo que pasa en Ucayali, es decir, personas que sirven de testaferros para que reciban los predios y después los venden. En esta búsqueda nos vamos a encontrar con actos de corrupción de los gobiernos regionales, que no es un secreto. Se sabe que los gobiernos regionales han utilizado los títulos agrarios para sanear propiedad del Estado que tenía bosques primarios”.
«Lo que los técnicos de agricultura no previeron es que, algunas de esas parcelas se pusieron a nombre de personas que ni siquiera supieron que tenían una parcela». Foto: Referencia
CAIMITO
Cuando la comunidad shipibo Caimito logró que se avance en un demorado proceso de georreferenciación para delimitar su territorio, incluida la ampliación, surgieron los problemas que llevan varios años sin solucionarse. Se evidenció que algunas “parcelas” transferidas a los menonitas estaban dentro del territorio comunal.
No solo eso, sino que los de Caimito cuestionaron que se haya deforestado para hacer una carretera y que, sin ninguna autorización los menonitas hayan derribado bosques primarios.
De esa manera, los comuneros de Caimito decidieron no solo defender su territorio, sino también los bosques, frente al avance de la deforestación.
Por eso es que, ante la falta de atención de las autoridades, sobre todo del sector agricultura, decidieron defenderse utilizando un mecanismo de seguridad como la Guardia Indígena. Y los conflictos no demoraron en llegar. La Guardia Indígena, se propuso desalojar a los menonitas, mientras acudían a medidas legales (denuncias y medidas cautelares) para impedir que se sigan derribando bosques.
Pero los menonitas de Masisea tampoco se quedaron con los brazos cruzados. Sus líderes acudieron a una asamblea de la comunidad y, en un acto que quedó grabado en un video, afirmaron que le habían dado 12 mil soles a un tal Jonás para que la comunidad se retracte de las denuncias. Mostraron un recibo. Lo curioso es que Jonás apareció, en la última reunión, al lado y transportando a los líderes menonitas de Masisea.
Frente a esa acusación, el líder shipibo de Caimito, Abner Ancón, reaccionó increpando a los menonitas y acusándolos de mentir. El tema todavía no ha quedado muy claro.
¿RESOLUCIÓN SALVAVIDAS?
Frente a esos conflictos, el gobierno regional a través de su oficina de resolución de conflictos, a cargo del Ingeniero Ángel López, convocó a una primera reunión, donde se informó que no había ninguna superposición de la Colonia Menonita con tierras de la comunidad Caimito. Sin embargo, en esa primera reunión, no estuvieron los líderes de Caimito.
Entonces se convocó a una segunda reunión que se adelantó para la tarde del pasado lunes 19 de agosto. En la reunión, con la participación de los líderes de Caimito, de Coshicox y de ORAU, el informe de que no había superposición, fue cuestionado. Pero entonces, se dio cuenta que la Dirección Regional de Agricultura había emitido la Resolución Directoral Regional N° 310-2024-GRU-DREU de fecha 1° de agosto, donde, entre otros temas, declaraba la “nulidad de todo el procedimiento de demarcación territorial de la ampliación II de la Comunidad Nativa Caimito, toda vez que existen vicios insubsanables en el procedimiento; en consecuencia retrotraer el procedimiento hasta la calificación de la solicitud de fecha 12 de octubre del año 2021, lo cual solicita que se dé tramite con ampliación de la comunidad, solicitado por el administrado Abner Ancón Rodríguez – Jefe de la comunidad nativa Caimito…”
Todo evidenciaría que se trataría de un salvavidas para los menonitas y que la posición de la Dirección Regional de Agricultura de Ucayali, podría terminar favoreciendo a la Colonia Menonita de Masisea. Eso está por verse. Aunque hay quienes hicieron notar que el abogado de los menonitas, Carlos Alberto Sifuentes Pinedo, también es asesor del gobernador Manuel Gambini Rupay. ¿Coincidencia?
Desde que fue notificada la Resolución, deben transcurrir 15 días hábiles para que quede consentida y se cumplan sus disposiciones. Por lo pronto, el mismo día lunes 19, se advirtió que había un error en la fecha consignada en la Resolución (12 de octubre 2021) que Agricultura aceptó y ofreció modificar.
El conflicto aun no ha sido superado. Se dijo que habría una tercera reunión, pero no se sabe cuándo.
MANCHA MENONITA
Los menonitas, son un grupo religioso cristiano anabaptista creyentes en Dios y Jesús. Su religión se originó en Europa durante el siglo XVI, en el contexto de la Reforma Protestante.
Su nombre proviene de Menno Simons, un líder religioso neerlandés cuya teología y enseñanzas ayudaron a consolidar el movimiento. Los menonitas creen en la simplicidad, la paz, y el rechazo de la violencia, lo que incluye la objeción de conciencia al servicio militar.
Se caracterizan por su énfasis en una vida comunitaria y austera, dedicada a la agricultura.
En Perú, unos 1,500 menonitas viven en la amazonia, distribuidos en:
Vanderland: región de Ucayali.
Osterreich: también en Ucayali.
Providencia: en la región Loreto.
Chipiar: situada en la región Ucayali.
Masisea: ubicada en Ucayali.
Como se ve, Ucayali parece ser el paraíso de los menonitas. Y, en eso tiene mucho que ver el sector Agricultura.
