El actual presidente de la Segunda Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Ucayali, Américo Urcino Torres Lozano, ha sido señalado por participar en una controversial reunión que involucra a figuras políticas y judiciales de la región. El encuentro tuvo lugar el pasado viernes 18 de octubre en San Borja, Lima, donde Torres Lozano compartió copas con el exalcalde de Manantay, Víctor Hugo López Ríos. A la reunión también asistió Carmen Márquez Torres, hermana del encarcelado alcalde de Neshuya, Jhon Márquez Torres.
Según informaciones obtenidas, el objetivo de la reunión habría sido coordinar la variación de la prisión preventiva de Jhon Márquez por una comparecencia, lo que permitiría el acceso a los 32 millones de soles que se encuentran en las arcas municipales de Neshuya.
No obstante, un detalle crucial es que Américo Torres Lozano no forma parte de la sala que decidirá sobre el caso, pero se especula que habría ofrecido sus servicios como intermediario con los jueces de la Primera Sala Penal, gracias a la intervención de Víctor Hugo López, quien se ha mostrado interesado en el presupuesto de Neshuya para financiar su campaña política.
La relación entre Torres Lozano y López Ríos no es nueva. Fuentes cercanas al entorno político y judicial de Ucayali señalan que su vínculo amical y de negocios se remonta a unos tres años atrás, cuando Torres Lozano presidía la Corte Superior de Ucayali y Víctor Hugo López, en ese entonces alcalde de Manantay, fue detenido por acoso sexual en agravio de una trabajadora municipal. En ese momento, López Ríos fue acusado de ofrecer favores sexuales a cambio de mantener el puesto de trabajo de la mujer.
A pesar de la gravedad del caso, que pudo haberle costado la prisión preventiva al exalcalde, la intervención de Américo Torres Lozano habría sido determinante para que López Ríos evitara mayores consecuencias legales, aunque a un alto costo, según testimonios cercanos. Este episodio parece haber consolidado una relación de mutuo beneficio entre ambos, que ahora vuelve a salir a la luz en medio de nuevas acusaciones y negociaciones poco claras.
La reunión ha levantado sospechas sobre el uso indebido de influencias en la judicatura y el manejo de recursos públicos para fines políticos. Si bien no hay pruebas concluyentes sobre la intervención directa de Américo Torres Lozano en el caso de Jhon Márquez, las fuentes sugieren que su presencia en la reunión y su estrecha relación con López Ríos colocan al juez en una posición comprometida.