La gestión municipal de la alcaldesa Janet Castagne, se ha propuesto poner en marcha una campaña para que, en la tarea de cuidar la ciudad y el planeta, los vecinos aprendan a separar los residuos sólidos aprovechables, es decir, que pueden ser reutilizados, o, en otro caso, reciclados.
Estos residuos que, por lo general demoran muchos años en biodegradarse, además, pueden generar economía para las familias.
De acuerdo con una información técnica, en la provincia, cada persona genera un promedio de 0,88 gramos de residuos al día. Multipliquen eso por miles de personas que viven en la ciudad, las cifras son elevadas, es decir, toneladas de desperdicios.
Sin embargo, se especifica que todo no puede considerarse basura desechable. Muchos de estos materiales pueden ser reutilizados. Por ejemplo: envases de vidrio, botellas de plásticos, cartón, papel, latas y otros productos.
La campaña consiste en trabajar con los vecinos para que, dentro de sus domicilios hagan la separación de estos objetos y le den un tratamiento especial antes de entregarlos a los recolectores o llevarlos a los centros comerciales que compran este tipo de material reciclable.
De esa manera, se estará cuidando la calidad de vida de los pobladores de la ciudad y también del planeta.




