En la mañana de ayer en el auditorio del vistoso y moderno local construido por el Comité Central de Palmicultores de Ucayali, kilómetro 58 de la carretera Federico Basadre, se presentó el libro: “30 años de COCEPU-OLAMSA. Historia de un exitoso modelo empresarial asociativo en la industria de palma aceitera en Ucayali. Contada por sus propios protagonistas.”
El libro narra los orígenes de lo que hoy es una de las más importantes actividades económicas de la amazonia ucayalina: la agroindustria de la palma aceitera. Sobre cómo, en sus orígenes, organizó a ex cocaleros para desarrollar un cultivo alternativo al narcotráfico. Esa propuesta permitió la creación del Comité Central de Palmicultores de Ucayali (COCEPU) cuyos asociados, tras sembrar las primeras hectáreas de lo que parecía un cultivo incierto porque no sabían a quién le iban a vender su producción, recibieron ayuda para la construcción de la primera planta extractora de aceite crudo de palma, que se ubica –hasta hoy- en el kilómetro 60 de la carretera Federico Basadre.
VER TAMBIÉN:Municipalidad de Irazola apenas habría gastado 0,9% de su presupuesto
Los comienzos fueron muy duros, pero lo superaron.
El libro narra también como lucharon para no perder su primera planta extractora y cómo, tras superar esa crisis, se propusieron construir una segunda planta extractora, tras el incremento de los cultivos de palma aceitera.
También narra el salto de la producción de aceite crudo hacia la construcción e implementación de su planta refinadora de aceite de palma que será inaugurada el 17 de junio, dando inicio a la producción de aceites y mantecas en la amazonia peruana, un paso gigantesco, en busca de la seguridad alimentaria.
Finalmente, el libro refiere los retos en los nuevos escenarios mundiales y nacionales que debe enfrentar este modelo asociativo empresarial para seguir creciendo.
El Dr. Nilo Maguiña Vásquez, gerente general de OLAMSA, refirió que el libro es vital no solo para conocer la historia de este modelo asociativo, sino, también como presentación ante los mercados mundiales de los productos derivados de la palma aceitera.
Entre tanto, Eliseo Inga Ramos, presidente del directorio de OLAMSA, recordó a los pioneros y agradeció a todos los que sacrificaron tiempo, vida y que, con mucho esfuerzo, han edificado una empresa asociativa que despierta admiración por su actividad creciente.
En la reunión estuvieron diversas personalidades, pero sobre todo, palmicultores que llegaron a la ceremonia, muchos de los cuales recibieron reconocimientos por su aporte a la empresa, tanto como fundadores, como por haber ejercido o ejercer cargos directivos.