MADRE DE SUS DOS HIJOS SE CANSÓ DE PEDIRLE QUE LOS ATIENDA CON UNA PENSIÓN
La señora Milagros Dolores Pareja Ríos, cansada de pedirle que cumpla con sus obligaciones, decidió presentar una demanda de alimentos, ante el juez de paz letrado de Atalaya, al ingeniero forestal Andy Erick Saavedra Ríos, quien, desde inicios de la gestión Gambini, ocupa el cargo de gerente territorial de Atalaya. Afirma la demandante que, desde hace meses se ha desatendido de su obligación alimentaria y que, antes, remitía algún dinero esporádicamente.
En su demanda, Dolores Pareja, afirma que la relación de convivencia con Saavedra Ríos, se inició en el año 2010 y que se prolongó hasta el año 2023, precisamente el año en que asumió el cargo de confianza como gerente territorial.
Como producto de esa relación, tuvieron dos hijos. Uno que actualmente tiene 13 años y un segundo de apenas 3 años de edad.
NO APORTABA AL HOGAR
En su demanda, la señora Pareja Ríos, hace una afirmación que mostraría la conducta del funcionario público.
Textualmente dice: “Cabe decir que antes de ocupar el cargo que ostenta en la Gerencia Territorial, nada menos que como representante de la entidad que hice mención, antes de ello, y cuando aun manteníamos una relación de pareja, mi persona asumía todos los gastos que demandaban nuestros hijos, los que incluyen gastos básicos de alimentación, educación, vestido, diversión y medicamentos por la condición médica del menor de nuestros hijos que más adelante pasaré a detallar”.
¿Es decir, durante el tiempo de convivencia no aportaba a la manutención de sus hijos menores e incluso sabiendo que uno de ellos tenía una condición especial? La afirmación que se hace en el escrito de demanda, revelaría a una persona que se desatiende de su familia. Esta afirmación merecería la intervención de las entidades encargadas de la defensa de la mujer y, sobre todo de los niños, ya que se trata de un funcionario obligado a proteger a la niñez.
El menor de los dos, sufre de problemas severos estomacales, amigdalitis y otros que requieren atención médica especializada y un tratamiento que le lleva a consumir una leche especial. Es más, cada año, la señora Dolores Pareja, tiene que llevar a Lima a su menor hijo, dado que en Atalaya no hay especialistas en Pediatría.
NO PASABA PENSIÓN
Pero, si como afirma la señora Dolores Pareja, cuando eran convivientes no aportaba a la economía del hogar, fue más complicado cuando Andy se separó de ella.
En el escrito de demanda, se hace notar que el gerente territorial, Andy Saavedra, tiene un sueldo mensual de 4 mil soles y dice lo siguiente:
“El demandado aporta con sumas de dinero esporádicas, que a su propio criterio considera son suficientes y desde hace algunos meses no acude con ninguna suma ni con otra modalidad de asistencia a favor de mis menores hijos; del mismo modo le he reiterado que cumpla con sus obligaciones alimenticias, pero el demandado adopta la postura de rechazo por lo exigido”.
Es decir, formalmente, como todo padre responsable que tiene un sueldo más o menos aceptable, el gerente territorial de Atalaya, debía haber hecho llegar, de manera regular una suma que pudiese ayudar a la manutención de sus dos niños que están creciendo bajo el cuidado de su señora madre. Pero no lo habría hecho regularmente.
LA PETICIÓN
La señora Dolores Pareja, en su escrito, hace cálculos ajustados, sin exagerar, de los gastos en la manutención de sus dos menores hijos. Según sus cálculos, considerando la alimentación, el pago de servicios y la compra de leche especial, la suma aproximada de gastos es de 4 mil 091 soles mensuales que, por ahora, son cubiertos íntegramente por la madre.
En ese sentido, ella está pidiendo al juez que el demandado acuda a sus dos menores hijos con “el pago de una pensión de alimentos del 60% de sus haberes por mes adelantado, que viene percibiendo como gerente”. Es decir, una pensión de más o menos 2 mil 400 soles mensuales.
ANTICIPADA
Es más, al iniciar su demanda, también ha pedido, como pretensión accesoria, que se fije como asignación anticipada el 60% “de la remuneración que percibe el demandado incluyendo escolaridad, bonificación, gratificaciones, aguinaldos y demás beneficios sociales que perciba el demandado como gerente territorial”.
Admitida la demanda y tras haber corrido traslado al demandado, lo primero que debió resolver el juez de paz letrado de Atalaya, es la asignación anticipada porque los menores no pueden esperar a que se resuelva el proceso con una sentencia para recién percibir una pensión alimenticia.
Más aun, el juez debe valorar que la demandante dice que: “ante el incumplimiento del demandado, mi persona se ha visto en la necesidad de agenciarme de dinero, para así, abastecer y cumplir medianamente con las necesidades básicas de mis menores hijos”. En ese sentido, afirma que estando vivo el padre y con trabajo, tiene la obligación de aportar.
DEUDAS
Líneas más abajo, explica por qué ha presentado la demanda. Ella dice que: “la suscrita también tiene deudas personales, que asumo con la finalidad de poder solventar los diversos gastos descritos… los mismos que son en beneficio de mis menores hijos, por lo tanto, observando la carga económica que asumo dentro de mis responsabilidades como madre, hago valer el derecho de mis hijos en bienestar y comodidad de ellos mismos, con la finalidad de ofrecerles una mejor calidad de vida, aspiración natural de toda madre”.
RÉGIMEN DE VISITAS
Es más, le pide al juez que fije el régimen de visitas, para que Andy Saavedra vaya a verlos por el bienestar emocional de los menores.
¿Cómo ha respondido el gerente territorial de Atalaya? ¿Cómo está llevando el proceso el Juez? Es algo que despierta expectativa, sobre todo entre los defensores de la mujer y los niños.
