El Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Coronel Portillo, que despacha la jueza Melina Díaz Acosta, dictó nueve meses de prisión preventiva a David Dávila Castillo, de 27 años, por ser el presunto autor del delito de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, en agravio de una menor de 12 años. En consecuencia, el investigado permanecerá en el Establecimiento Penitenciario de Pucallpa hasta el 7 de abril de 2025, entendiendo que su detención se produjo el 8 de julio del año en curso.
Según el Ministerio Público, el pasado 8 de julio, a las 8.00 de la noche, la agraviada y su prima se dirigieron a la casa de una amiga, ubicado en el jirón 29 de Mayo, en el barrio La Hoyada, distrito de Callería, para asistir a una fiesta de quince años.
Luego de permanecer por una hora y media, tanto la menor agraviada como su prima y algunos amigos, se retiraron de la fiesta con dirección al sector de La Hoyada, donde los iba a recoger el tío de la víctima.
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En esas circunstancias apareció una camioneta negra, marca Honda, conducida por el imputado David Dávila Castillo, acompañado por una menor de 15 años, que iba a su lado, como pasajera. Dávila Castillo se detuvo frente a los adolescentes para preguntarles por una dirección que nadie supo dar razón.
En esas circunstancias, la adolescente que estaba en la camioneta se bajó para conversar con sus amigos. El investigado aprovechó que se quedó solo para llamar a la menor. Una vez en el interior del vehículo, el hombre le preguntó cuánto cobraba por tener sexo, mientras la manoseaba sus senos y partes íntimas. Asustada, la menor comenzó a gritar, pidiendo ayuda y queriendo salir del vehículo. Como no podía, sus amigos quisieron vanamente abrir la puerta.
La menor recién pudo ser rescatada cuando sus amigos rompieron los vidrios de la camioneta. En ese instante apareció el tío de la adolescente, quien inmediatamente condujo a su sobrina hacia donde estaba su mamá, quien al enterarse de los hechos llamó a la Central 105, solicitando apoyo.
Personal policial que se encontraba patrullando cerca del lugar, respondió a la alerta encontrando a unas 30 personas que tenían rodeada a una camioneta. Los presentes acusaron a David Dávila Castillo de realizar tocamientos indebidos contra un menor, pero este negó los hechos. Por el contrario, afirmó que la turba le había roto los vidrios de su carro porque se negó a pagarles.
En ese momento, llegó la madre de la menor indicando que minutos antes su hija había sido víctima de tocamientos indebidos por parte del intervenido, por lo que inmediatamente este fue conducido a la comisaría de Pucallpa para las diligencias del caso.




