Atendiendo el requerimiento del Ministerio Público, la jueza del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria de Coronel Portillo, Melina Díaz Acosta, dictó nueve meses de internamiento preventivo en el Establecimiento Penitenciario de Pucallpa a Larissa Claribel Celis Santillán, investigada por la presunta comisión del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de parricidio, en grado de tentativa, en agravio de sus dos menores hijos, de 12 y seis años.
Como se recuerda, la noche del pasado lunes 10, Larissa Claribel Celis Santillán, de 32 años, madre de dos menores de 6 y 12 años, identificados como E. M. Y. C., de y S. M. G. C., fueron conducidos por familiares suyos –el conviviente de la mujer, un hermano y un sobrino- al Hospital Amazónico de Yarinacocha, debido a que presumiblemente habían ingerido veneno.
En el nosocomio, el médico de turno, Kevin Maldonado de la Cruz, señaló en la historia clínica que las tres personas habían llegado inconscientes con diagnóstico de intoxicación por la ingesta de benzodiacepina, un potente sedante.
La pareja de la mujer, Victoriano Yallerco Huamaní, de 40 años, indicó a la Policía que los hechos habrían ocurrido en una vivienda alquilada por la familia, en la cuadra 16 de la avenida Unión, o pocos metros donde tiene un chifa, Dragón Tao, donde la mujer trabaja pero sin recibir pago alguno. Yallerco Huamaní detalló que su conviviente había tomado 20 pastillas del sedante mientras que los menores, tomaron 15 cada uno.
Según las declaraciones testimoniales y la investigación realizada, Larissa Claribel Celis Santillán admitió haber obtenido las pastillas de la cartera de su madre, quien recibe tratamiento por esquizofrenia. La mujer admitió haber tomado “de tres a cuatro blíster”, y que las molió hasta convertirlas en polvo.
Problemas de índole económico, y de pareja, que hizo que Larissa Celis y Victoriano Yallerco acudieran, en una sola ocasión, a recibir ayuda psicológica, derivaron en la dramática decisión de quitarse la vida y la de sus dos hijos. Cuando su hijo mayor le preguntó qué es lo que iba a tomar, le dijo que era un purgante.
La magistrada Díaz Acosta señala en la Resolución que existen fundados y graves elementos de convicción de la comisión del delito y que estos vinculan al imputado como autor del mismo, también de que la pena sea superior a los cuatro años de pena privativa de libertad (en este caso supera los cinco años) y que el imputado pudiera sustraerse de la acción de la justicia, habiendo latente peligro de fuga y peligro de obstaculización.
