La hipertensión arterial es una enfermedad que se caracteriza por el aumento persistente de la presión sanguínea en las arterias, por encima de los valores normales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 1,130 millones de personas con hipertensión en el mundo. Esta condición implica que el corazón debe trabajar más para bombear sangre, lo que puede llevar a complicaciones graves en órganos como el corazón, cerebro, riñón y ojos.
Síntomas y medición
La hipertensión arterial a menudo no presenta síntomas evidentes, por lo que es crucial medir la presión regularmente. Los síntomas que pueden manifestarse incluyen dolor de cabeza, náuseas, zumbido en los oídos, confusión, cambios en la visión y dificultad respiratoria. Es recomendable usar tensiómetros tradicionales o equipos digitales automáticos para el monitoreo.

Prevención y control de la hipertensión arterial
Para prevenir la hipertensión, es importante seguir una serie de recomendaciones:
- Medirse periódicamente la presión: Conocer los niveles de presión arterial regularmente ayuda a prevenir casos graves de hipertensión. Utilizar tensiómetros o equipos digitales es clave.
- Mantener una alimentación saludable: Seguir una dieta baja en sal y rica en frutas, verduras, granos integrales, carnes magras y lácteos bajos en grasa es fundamental.
- Realizar actividad física: Ejercicios regulares, como 30 minutos diarios, ayudan a evitar la hipertensión, controlar el estrés, mantener el peso y mejorar la salud en general.
- Evitar fumar y limitar el alcohol: Reducir el consumo de tabaco y alcohol es crucial para prevenir el daño a los vasos sanguíneos y controlar la hipertensión.
Es esencial realizarse exámenes continuos para conocer el estado de salud y prevenir trastornos. Si ya se tiene hipertensión arterial, es importante mantenerla controlada siguiendo el tratamiento e indicaciones médicas.




