Una adolescente está en estado grave por posible septicemia después de perder a su bebé, que estuvo tres días muerto en su vientre. La familia cuenta que la joven empezó con fiebre y acudió al hospital pensando que era gripe, pero los médicos le informaron que su bebé había fallecido y que no podían retirarlo porque no dilataba.
Después de la intervención para retirar al bebé fallecido, la adolescente sigue presentando fiebre y tiene un nivel de hemoglobina de 7, lo que genera preocupación. Mientras la familia espera su recuperación, los restos del neonato son velados en su casa, ubicada en el sector Micaela Bastidas.




