La lideresa, Apu Irene Guimaraes, es reconocida como un símbolo de la resistencia y defensa de la comunidad nativa Flor de Ucayali, del pueblo Shipibo-Konibo. frente a las amenazas constantes del narcotráfico y la deforestación.
Flor de Ucayali, una comunidad que abarca extensas áreas de bosque tropical, ha enfrentado desafíos significativos debido a la invasión del narcotráfico, que ha resultado en la pérdida de hectáreas de bosque y amenazas constantes a la seguridad de sus habitantes. Guimaraes lidera valientes esfuerzos para enfrentar estas amenazas, denunciando públicamente las actividades ilegales y promoviendo estrategias de conservación ambiental.
«Estoy firmemente en contra del tráfico ilícito de drogas que daña nuestros bosques y pone en riesgo la vida de nuestros jóvenes. No permitiremos que nuestras tierras sean utilizadas para actividades ilícitas que nos perjudican y destruyen nuestro modo de vida. Seguiremos luchando por la protección de nuestro territorio y la preservación de nuestra cultura», dijo Guimaraes.
Su compromiso se ha extendido más allá de la defensa del territorio y los recursos naturales de su comunidad. Irene Guimaraes ha participado activamente en foros nacionales e internacionales, incluyendo audiencias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde ha elevado la voz de su comunidad para exigir protección y justicia.
Además, Guimaraes colaboró en iniciativas innovadoras para la vigilancia y monitoreo del bosque mediante el uso de tecnología avanzada, como drones, facilitando así la detección temprana de actividades ilegales y la generación de alertas ante posibles amenazas.
Hoy, 9 de agosto, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, se destaca su valor y entrega en la defensa no solo de su comunidad, sino de los pueblos indígenas de la amazonia ucayalina.




