Los sujetos pensaban que estaban a salvo de cualquier mirada curiosa que les permitiera actuar con mayor tranquilidad y hasta impunidad. Sin embargo, no contaban con que las cámaras de videovigilancia de la comuna portillana seguían paso a paso sus movimientos.
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Apostados en las cercanías del cajero automático que se encuentra en los exteriores de la Universidad Nacional de Ucayali, todos cumplían un rol y se mostraban prestos a ayudar –esto entre comillas- a personas que parecían tener problemas para retirar dinero, en especial si se trataba de mujeres.
Así, las cámaras –convertidos en los ‘ojos de Dios’- enviaban todo el registro a la central de monitoreo, cuyos operadores ya los tenían en la mira, captando todo movimiento en las faenas que realizaban, primero con la mujer vestida de azul que llega y, es “auxiliada” por un sujeto ataviado con camisa y zapatillas blancas, y gorro y pantalón azul, que en hábil maniobra le cambia la tarjeta, y se marcha guardando la de la mujer en el bolsillo posterior de su pantalón.
Pero el sujeto no actuaba solo. En el escenario hace su aparición un cómplice de apariencia robusta vestido con un polo a rayas, que parado en un lugar estratégico, espera al primer sujeto que llega como pasajero de un motocarro y, al paso, le entrega la tarjeta.
El video muestra luego a un tercer hombre de polo azul a rayas frente al cajero y con la mujer de azul que tiene problemas con la que considera su tarjeta (que ya se la habían cambiado), la cual trata de limpiar la barra magnética frotándola en su polo. El hombre, solícito, parece ayudarla, dándole algunas indicaciones, pero en realidad lo que busca, al parecer, es conocer la clave.
En la siguiente escena, se ve al grupo: la mujer de azul y otra, además del tercer hombre alejándose del lugar. Éste gira a la izquierda, donde un cuarto sujeto con polo blanco parece concentrado hablando por el celular y a quien le da un papel, probablemente con la clave, quien a su vez se lo entrega al hombre de polo a rayas y el de polo azul retorna para recibir, una vez más la tarjeta.
La faena se completó: el hombre de polo azul retorna al cajero, mientras que el otro marcha en sentido contrario.
Todo parece ser para los delincuentes el final feliz de un cuento, y cuando estaban por abordar el motocarro de uno de ellos, apareció un par de policías del Escuadrón de Emergencia y, a los pocos segundos, una unidad de Patrullaje Integrado de Coronel Portillo.
Enmarrocados, los dos sujetos, identificados como Víctor Marina Barboza y Alberto Risco Ahuanari, de 35 y 31 años, respectivamente, fueron detenidos por la presunta comisión del delito contra el patrimonio en la modalidad de tarjetazo.