Pasada la pandemia que se caracterizó por los estudios virtuales, y con el retorno a las clases presenciales, la Universidad Nacional de Ucayali (UNU) se vio enfrentada a una realidad: su población estudiantil había crecido y su infraestructura no lo había hecho en el mismo ritmo de sus necesidades. De pronto, al comenzar su ciclo impar del 2023 con retorno a la presencialidad, los estudiantes literalmente tuvieron que “pelear” por las aulas, hasta las butacas tuvieron que convertirse en salones de clase o talleres.
Esta situación ameritaba medidas urgentes. Si bien podían compartirse aulas y la CEPREUNU sería enviada fuera de la universidad, repentinamente apareció una posible solución: las autoridades policiales y judiciales incautaron los ambientes de la Universidad Alas Peruanas y, al ponerla a disposición del Programa Nacional de Bienes Incautados (PRONABI) hacía factible que pudieran ser cedidos a otras instituciones.
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La Universidad Nacional de Ucayali (UNU) presentó una solicitud al Programa Nacional de Bienes Incautados para obtener el uso temporal de las instalaciones de la Universidad Alas Peruanas sede Pucallpa.
Según el informe N°065-2023-UNU-R, esta petición tiene como objetivo superar los problemas de aglomeración y falta de implementación en las aulas que tiene la UNU en el kilómetro 6. Otro objetivo es mejorar la calidad de la enseñanza para los estudiantes, en aulas amplias y equipadas incluso con tecnología moderna.
Si bien las autoridades universitarias están gestionando esta cesión en uso, ¿Cuál es la posición de docentes y estudiantes de la UNU?
HABLAN DOCENTES Y ESTUDIANTES
Sherlyn Silva, estudiante de enfermería, expresó su acuerdo con la petición debido a la excesiva cantidad de estudiantes en las aulas y la falta de implementación adecuada por parte de los docentes. “Estoy de acuerdo (con la petición) por la aglomeración de los estudiantes en aulas. Además de las aulas, falta implementación y los docentes puedan realizar la cátedra correctamente. Por eso, estoy de acuerdo que las clases se realicen en otro ambiente (UAP) para favorecer el desarrollo de los estudiantes.”
María de los Ángeles Meléndez Flores, estudiante de psicología, también se mostró a favor de la solicitud debido a la incomodidad que genera la lucha por las aulas entre los estudiantes. “En el caso de mis compañeros, estamos peleando por aulas, es muy incómoda esta situación. A veces estamos en clases y viene otro docente a pedir las aulas. Nos causa mucha incomodidad.”
Marcela Ruiz Falcón, Directora de la escuela profesional de ciencias de la comunicación, señaló que existe déficit de aulas debido al crecimiento de la población estudiantil. “Hay un déficit de aulas, la población estudiantil ha crecido. Si nos dan la posibilidad de ese espacio (instalaciones de la UAP), se podrían acomodar varias carreras. La mayoría de los docentes están a favor de la solicitud. Luego veremos cómo se organizaría la UNU, tendríamos dos sedes. Hay proyectos que se están haciendo para construir los pabellones, pero la realización de estas obras toma su tiempo…”.
Cindy Rodríguez, estudiante de psicología, comentó que en su Escuela Profesional han experimentado la lucha por las aulas. “En la facultad de psicología se ha visto la aglomeración de estudiantes, porque muchas veces no hay aulas y nos peleamos con otras carreras. Por eso mismo, está correcta la solicitud”
Lorgio Alejandro Ruiz, estudiante de ciencias de la comunicación, compartió su experiencia: “Vengo de un salón de aproximadamente 55 estudiantes y tener esa cantidad de alumnos en un solo lugar, me parece algo excesivo. En ciclos anteriores era peor, teníamos entre 60 a 65 por salón. Ser estudiante es muy difícil, tenemos que subir dos pisos para bajar carpetas y sillas para recién estudiar adecuadamente. Es fundamental que la universidad haya decidido tomar esa iniciativa (de pedir los ambientes de la UAP)”.
Paucar Rojas, docente de la carrera profesional de Derecho, destacó que el cierre de universidades que no lograron el licenciamiento, impulsó a sus estudiantes a ver a la UNU como una opción para culminar sus carreras. “El cierre de las otras universidades no licenciadas de la región llevó a una gran migración de alumnos a la UNU. Actualmente hay una sobrepoblación de estudiantes. Son necesarios estos espacios para ejercer cómodamente la cátedra. Esta es una alternativa hasta que se solucione ese problema.”
La solicitud de la UNU al Programa Nacional de Bienes Incautados busca superar los desafíos que enfrenta la universidad en términos de espacio y calidad de la enseñanza.
Los testimonios de alumnos y docentes respaldan la necesidad de utilizar las instalaciones de la Universidad Alas Peruanas sede Pucallpa para aliviar la aglomeración, mejorar la infraestructura y garantizar un entorno de aprendizaje más favorable para los estudiantes de la UNU. Esta medida temporal ayudaría a superar los desafíos actuales hasta que se encuentren soluciones permanentes.
Sin embargo la UNU no es la única institución que ha solicitado al PRONABI los ambientes de la UAP. Otros también lo han hecho. Tal el caso de la UNIA. Está en manos de PRONABI resolver estas peticiones.
Marcio Pérez