Fernando Espinoza, es dueño de un negocio que hace trámites para el Reniec (toma fotografía, etc.), hace 7 años alquila un local en Nueve de Diciembre, cercano a RENIEC. Afirma que, desde el cierre del jirón, sus ventas disminuyeron un 60%. Hoy recauda 20 soles al día. Antes era un mínimo de 60 soles. Desesperado pide que revoquen el mandato de la alcaldesa Janet Castagne. Se vio forzado a despedir a su personal y a pedir ayuda familiar para pagar 1500 soles de alquiler.
“La alcaldesa está actuando de una manera inadecuada. Pienso que debió cerrar pero al mismo tiempo iniciar, de forma paralela, la obra. Esto ahora es un atropello para los ciudadanos que están establecidos acá, pagando sus impuestos, con todos los documentos de ley. La autorida debe ser una persona justa, que no haga su capricho, que escuche a la otra parte, que nos anticipe y dialogue. Yo invitaría a los amigos políticos para que convoquemos a una revocatoria a la alcaldesa, por estos abusos que comete contra la población”, agregó.
Cuando se le pregunta si ha pensado en cerrar su negocio, dice: “No quisiera, porque este es un lugar que amo, tendré que reinventarme. Trabajo acá desde hace 7 años, y por primera vez enfrento estas pérdidas”.
Hilaria Trinidad Figueroa, dueña de locales en alquiler y de un negocio dedicado a la venta de utensilios. Ella se encomienda a Dios. En sus oraciones recuerda a la alcaldesa Janeth Catagne. “Solo ruego a Dios que toque su corazón…”. Y agrega: “Estamos muy molestos, no podemos trabajar, no podemos comer. Como yo soy la dueña de este local no tengo a donde irme… No se porque cierran si no hay un inicio de trabajo, afectando a muchas personas”, lamentó.
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Tuvo que despedir a su personal. Su hija, que aún cursa primaria, la ayuda. “Saqué a tres personas. Ahora solo mi hija me apoya, ella deja de estudiar para ayudarme”.
A las 3 de la tarde, en su negocio, solo había logrado vender una sandalia y hacer unas cuantas recargas. Ha tenido que recurrir a préstamos. “Lo que nos veníamos recuperando de pandemia, esto nos afecta aún más. Pago los servicios de los locales (que alquilo) y para poder cubrir ese gasto tuve que prestar ¿así voy a estar?”, se preguntó. También interrogó: “¿Dónde está la conciencia de la alcaldesa? ¿Qué gana cerrando?, yo respeto cuando la obra esté trabajando. Yo estoy trabajando desde hace 10 años, bien, pagando mis cuentas puntuales, y ahora tengo que prestar para pagar. Tengo que dejar de comprar muchas cosas para mis hijas, no darles una mejor educación”.
Finalmente dice: “Si quiere que me ponga de rodillas, lo haré. Si quiere eso, lo haré”. Está desesperada.
Edwin Cámara, dueño de un negocio de venta de artefactos de celulares, ahora es el único personal en el negocio que inició hace años y medio. Ya tiene ganancias, no le alcanza ni para pagar un préstamo. “Al día vendemos de 10 a 15 soles, ni para pagar el local alcanza. No alcanza para pagar préstamos. Solo para cubrir el alquiler tendríamos que hacer como mínimo 35 soles al día, ya no alcanza ni para eso”, lamentó.
Luis Jean Carlos Borgos, agente bancario, dice que de cuatro se ha quedado con dos trabajadores y ya no le alcanza para pagarles. “Antes ganaba unos 200 soles al día, todos podíamos llevar algo a la casa. Ahora casi nada, hemos llegado a hacer en todo un día 10 soles nomas”, dice.
Luis Carlos paga cada mes un alquiler. “Hemos conversado con los dueños para que lo bajen (el alquiler). Por la situación nos han disminuido el pago a 500 soles”. Pero ya está “chocando el bolsillo de todos”. “Nos ha afectado bastante… la alcaldesa dijo que iba a poner seguridad, en la noche es un lugar de promiscuidad…”
Marco Machado, se dedica a la venta de productos agrarios. Hace dos años vende fertilizantes, abonos, etc. Ahora busca un nuevo local, ha dejado de tener utilidades desde el cierre de la calle, solo le alcanza para pagar el alquiler. “Mis ingresos han bajado un 50%… Nunca he trabajado con personal, pero mis ventas bajaron bastante. Este último mes solo he trabajado para pagar el local… estoy perseverando hasta que abran la calle en cualquier momento y esto pueda mejorar”, mencionó. Agregó que si sus ventas siguen bajando cerraría su local. “”Ahora estoy buscando otro lugar, pero aun no encuentro uno adecuado”, dijo. Le pidió a la alcaldesa: “Que abra la calle… nos hubiese avisado con anticipación para tomar la precaución. Los ingresos han bajado porque la calle esta cerrada”.
Alex Tabiero, propietario de un de venta de plásticos. Llegó en el 2005 desde Brasil. 18 años después, asegura que enfrenta una de las peores crisis económicas. Alex Tabiera hoy genera un promedio de 30 soles al día, suma que no le alcanza ni para comprarse unas zapatillas. A las dos de la tarde, y el comerciante solo había logrado vender un bidón equivalente a 30 soles. Ha despedido a sus dos trabajadores ya que no tenía con que pagarles. “Podíamos comprarnos buena ropa… con este cierre no hay nada. Desde que se ha cerrado (la calle) me empecé a enfermar, he bajado de peso… es la preocupación, las cuentas que tenemos que pagar”, narró con cierto enojo.
Cada mes paga 300 soles de alquiler. El último mes no le alcanzó para cubrir ese gasto, por lo que pidió a su casero le retrase el pago. “Desde esa fecha nunca hemos tenido una experiencia como ésta… incluso con la pandemia, claro a todos nos afectó, pero cuando empezamos a abrir estábamos vendiendo bien… pero esto ya nos mató, esto ha sido como un batacazo final… y no solo soy yo, todos mis amigos tienen el mismo pensamiento, no vendemos nada”, comentó.
Dirigiéndose a la alcaldesa le pidió: “Que abra la calle no sé que beneficio tiene estar cerrado, no se ve ni un ripio, ningún ladrillo, nada… dice que va a hacer un boulevard, pero no se ve nada. Los motocarristas que me traen siempre me comentan que tampoco tienen ventas. La alcaldesa está perjudicándonos y nos ha dejado en incertidumbre…”.
Cesar Julio, vende accesorios y equipos. Dice: “Estoy yendo a la quiebra, ya voy a salir de ahí. Son 1 200 soles al mes los que pago. Lo que vendía 250 soles ahora ni 30 soles vendemos en todo un día. No tengo ni para pagar luz, agua y desagüe. Es mi único sustento”, comentó el comerciante que incluso ha considerado rematar sus productos y cambiar de rubro de negocio y sumergirse en la vida del campo.
“Antes teníamos trabajadores, se les daba una propina, y ahora ni ellos trabajan. No es justo, ella parece la nieta de Dina Boluarte, no tiene sensibilidad”, comentó César, quien lleva más de 15 años trabajando en este sector. Actualmente es la primera vez que enfrenta ganancias tan bajas.
“Ningún alcalde hizo eso, ni Segundo Pérez Collazos. ¿Por qué no manda a los policías a cuidar? ¿Por qué no manda a limpiar? No ha sido elegida por el pueblo”, dijo, desesperado.
José Alegría, ofrece servicios de fotografía y enmarcados de cuadros. Considera que “es una locura” el cierre de este jirón. Respalda los objetivos, pero no la forma. “No sé en qué estará pensando, porque está afectando a todo un sector económico. Cierras una calle principal donde la economía se mueve. Aunque ella diga que hay delincuentes, pero por culpa de dos personas está afectando a todo un sector completo. Para eso se necesita poner más policías, si quieren quitar ambulantes, ahí están los de la municipalidad”, refirió.
Su negocio ahora percibe al día entre 200 a 300 soles. Esta cifra es un 50% menos de lo que solía ganar antes del cierre. “Felizmente nosotros tenemos clientes fijos y con eso nos estamos manteniendo”, dijo,
Dirigiéndose a la alcaldesa, dijo: “Es una locura lo que hizo. Tenemos el cierre del mercado, de ellos es aún más crítico. Todos nos vemos afectados, desde el sector fluvial, donde los cargadores han duplicado sus costos.”
Diana Pinedo, dueña de un negocio de cosmetología, dijo que: “Antes cuando pasaban las motos, la persona llegaba de forma directa. Ni el cementerio está así. Antes venían como 30 clientes, ahora a la justas y raspando llegan 10”. Al visitar su negocio solo tres personas habían acudido, pese a pasar el medio día. “Antes en este día (de la madre) esto se llenaba”, comentó. La comerciante ha recurrido a prestamistas para pagar el alquiler de abril. La situación es insostenible. “Este mes no he podido completar y he tenido que prestar a usureros para poder pagar mi local”.
“He hablado con la dueña y le he dicho que si esta vez tengo que prestar dinero para pagar me retiro, de qué me sirve. No es rentable”.
Wilfredo Livia Gonzales, dueño del hospedaje Trinidad y propietario de puestos en alquiler. Ha cerrado dos de los seis puestos que alquilaba. El movimiento bajó radicalmente y los cuartos que alquilaba tampoco le son rentables. “Antes ganaba 400 en promedio, ahora como mucho 200 soles. A nosotros nos cobran impuestos… estamos atrasados con nuestras deudas, nos están cobrando. ¿De dónde vamos a pagar si teníamos una pandemia que nos ha golpeado?”, reclamó.
Después de 7 años enfrenta pérdidas. “Esta peor que la pandemia”. Agregó: “Ellos están tranquilos porque tienen plata del Gobierno, nosotros somos los afectados. Los que alquilaban ya no vienen, ¿Qué van a alquilar si no hay gente? Solo en luz pagamos más de mil soles”, agregó.
LA VISIÓN DE LA ALCALDESA
Entrevistada por Oriental Noticias, la alcaldesa Janeth Castagne respondió a los cuestionamientos. “Así como los tributos municipales que tienen la calidad de ser inconsultos, no podíamos contentar a toda la población y tener un criterio uniforme. Hemos decidido rescatar el Malecón Grau para hacerlo turístico, rescatar el centro histórico de Pucallpa”, dijo.
Añadió que después de sostener una reunión con empresas turísticas y autoridades se mostró la problemática de este sector, inundada de inseguridad y desorden.
“Si vamos a empezar a tomar decisiones pensando en gustarle a cierto sector de la población, también tiene sentido la opinión de empresarios, personas de a pie, muchos han dicho que necesitamos repotenciar la seguridad ciudadana, economía y turismo en Pucallpa”.