Un operativo multisectorial, liderado por la Policía Nacional del Perú (PNP) y fiscales, recuperó los cuerpos de dos madereros fallecidos tras un violento enfrentamiento con el pueblo indígena en aislamiento Mashco Piro en la Reserva Territorial Madre de Dios. Los restos fueron trasladados a Puerto Maldonado, mientras que un sobreviviente fue encontrado y llevado para declarar sobre el incidente.

Cuerpos recuperados y búsqueda de desaparecidos

El 4 de septiembre se hallaron los cuerpos de Edwin Chu Fernández y Gerardo Gómez Zorrilla en una concesión de madera en Tambopata. Ambos pertenecían a la comunidad nativa Yine de Diamante. Además, dos trabajadores continúan desaparecidos, y las autoridades están realizando esfuerzos para localizarlos en la zona remota y de difícil acceso.

Ataque con flechas y heridos

Durante el ataque, los madereros fueron agredidos con flechas, resultando en la muerte de Chu Fernández y Gómez Zorrilla. Santiago Conde Quispe fue herido y no pudo escapar, mientras que Alfredo Mamani Huillca y Antonio Moscoso Quispe permanecen desaparecidos. La búsqueda continúa bajo la coordinación de la PNP.

 Pueblo indígena Mashco Piro. Foto: Andina
Críticas por falta de alertas del Mincul

Pamela Bravo, regente de la concesión forestal Reyna Apaza, afirmó que nunca recibieron alertas del Ministerio de Cultura (Mincul) sobre la presencia de los Mashco Piro, a pesar de que es una zona protegida. Organizaciones como Fenamad y ORAU han pedido medidas urgentes para proteger tanto a las comunidades indígenas en aislamiento como a los trabajadores forestales.

Llamado a fortalecer las políticas de protección de pueblos aislados
Miembros del pueblo indígena Mashco Piro se reúnen en las orillas del río Las Piedras, donde han sido vistos saliendo con mayor frecuencia de la selva tropical en busca de alimento y alejándose de la creciente presencia de madereros, en Monte Salvado. Foto: Survival International/Distribuida vía REUTERS

Diversas organizaciones indígenas y ambientales han solicitado la reubicación de concesiones forestales y el respeto a los principios de «no contacto» para evitar futuros conflictos. Los pueblos en aislamiento, como los Mashco Piro y los Kakataibo, continúan enfrentando presiones de actividades extractivas e ilegales en sus territorios, poniendo en riesgo su supervivencia cultural y social.