El representante de la Dirección Regional de Energía y Minas de Huánuco (DREM–Huánuco), informó que en la comunidad Paucarcito no existía autorización para realizar actividades mineras. Los mineros ilegales desaparecieron rápidamente cuando advirtieron la presencia de las autoridades.
Por Sebastian F. Pérez
Puerto Inca, ubicada a 162 kilómetros por carretera de Pucallpa, fue considerada como una de las once provincias de Huánuco, donde la minería informal e ilegal continúa deforestando los bosques. GeoBosques, la plataforma de monitoreo del Ministerio del Ambiente (MINAM), indicó que 3 628,911 hectáreas de bosques primarios fueron deforestadas principalmente por esta actividad ilícita.
Los recientes operativos contra la minería ilegal ocurrieron en el mes pasado–el jueves 8 y miércoles 21 de agosto respectivamente–, en la comunidad nativa Paucarcito, distrito de Puerto Inca, provincia homónima, Huánuco. El 8 de agosto encontraron en distintos puntos, dos maquinarias retroexcavadoras, 14 motores, 14 bombas de succión que fueron interdictados.
El operativo en diferentes zonas de Paucarcito –específicamente en las coordenadas 84 E:513669, N:89671620; 84 E:513836, N: 8966561– fue retomado el miércoles 21 de agosto, (en ésta ocasión fue denominado como “Panguana 2024”). Fuerzas policiales y autoridades de fiscalización ambiental, encontraron un campamento de minería ilegal que contenía accesorios e insumos valorizados en S/ 2 416,110.00.

Para el operativo “Panguana 2024”, los efectivos de la PNP, así como las autoridades de las instituciones de fiscalización ambiental, tuvieron que internarse en la comunidad asháninka Paucarcito: donde identificaron que el campamento poseía una excavadora oruga, un chute portátil metálico gravimétrico, tres motores, dos motobombas de succión, 1700 metros de manguera de cuatro pulgadas, 650 metros de alfombra, dos balones de oxígeno, dos válvulas de oxígeno, once cilindros de plástico de 60 galones cada uno, 660 galones de petróleo, dos generadores eléctricos.
Además, 500 metros de cable mellizos, 12 timbos, un equipo de internet satelital starling, dos balones de gas, ocho escopetas hechizas que eran usadas por personas relacionadas a la minería ilegal para custodiar campamentos rústicos. Los accesorios e insumos, de acuerdo a la Dirección General de Capitanías y Guardacostas (DICAPI), fueron destruidos en cumplimiento del Decreto Legislativo N° 1100.
En el operativo “Panguana 2024” participaron efectivos de la Unidad Desconcentrada de Protección del Medio Ambiente de Huánuco y San Martín, la División Regional de Inteligencia del Frente Policial Puerto Inca, la Unidad de Control Fluvial Puerto Inca, la Segunda Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Ucayali (FEMA–Ucayali) y la Dirección Regional de Energía y Minas de Huánuco.
MINERÍA ILEGAL EN UCAYALI
La plataforma de Monitoreo de Minería Satelital con Imágenes de Radar (RAMIR), elaborado por Conservación Amazónica (ACCA), durante junio, detectó en el río Aguaytía, siete dragas empleadas para la minería ilegal.
De acuerdo al monitoreo satelital, cinco de las siete dragas, estaban reunidas. En las imágenes, también pudieron observarse montículos de arena que fueron utilizados por la minería ilegal. En consecuencia, el pasado 13 de junio, la FEMA–Ucayali con la Capitanía de Puerto de Pucallpa, realizaron un operativo contra la minería ilegal en el río Aguaytía, cerca al caserío Bello Horizonte, Padre Abad, donde devastaron cuatro dragas equipadas para la extracción ilegal de oro.
El Ministerio Público (MP), indicó que “las dragas (cercanas a Bello Horizonte) eran ocupadas principalmente por menores de edad–oscilaban entre los 7 y 15 años respectivamente–que intentaron huir al percibir a las autoridades”.

LA MAFIA DEL ORO
En una entrevista para Diario Impetu, Dumas Campos Malpartida, fiscal provincial de la 2° Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Materia Ambiental de Ucayali, mencionó que, existen sectores en la Reserva Comunal El Sira (RCES), que abarca tres departamentos (Huánuco, Loreto, Ucayali), donde no pueden realizar operativos, pues, existen comuneros que impiden el acceso.
Por eso, las autoridades frecuentemente tienen que comunicar con anticipación que van a ingresar. En ese momento, filtran la información a los mineros ilegales que desaparecen completamente.
“En los operativos podrían encontrar más cosas. Pero, a veces, ‘pasan la voz’. Apenas encontramos huellas. Parece que tienen personas (operando con ellos) que actúan como vigilantes: es una mafia”, sentenció Campos Malpartida.




