Daniel Santulli, un estudiante de 19 años de la Universidad de Missouri, Estados Unidos, quedó ciego, mudo y paralítico tras participar de un rito universitario en una fiesta de la hermandad Phi Gamma Delta, en donde debía “presentar su compromiso” ante sus “hermanos”. Para su abogado, se trata de la “peor novatada de la historia”, pues el joven acabó internado y perdió la vista, el habla y la movilidad.
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El incidente se produjo en octubre del año pasado, pero en estos días su caso volvió a circular por varios medios. En aquel entonces, varios miembros de la mencionada hermandad colocaron a Daniel un tubo en la boca y lo obligaron a beber una botella de vodka entera y luego otra de cerveza. De un momento a otro, Daniel se desplomó, perdió el color de su piel y sus labios se volvieron azules, después de quedar inconsciente en un sofá durante la ceremonia de iniciación.
El joven pudo ser reanimado, pero sufrió terribles consecuencias. En los primeros días, estuvo en la UCI, conectado a un respirador artificial y detectaron que tenía 0.468% de alcohol en sangre, cinco veces más del límite legal en Estados Unidos. Finalmente, le diagnosticaron daño cerebral y quedó ciego e incapaz de caminar.