Suboficial PNP de Segunda es acusado de fraude
El suboficial PNP de segunda Jahrol Antonhy Zapana Huayaban, actualmente en servicio en la región de Huánuco, es acusado de presunta estafa a sus propios colegas. Según las denuncias, Zapana Huayaban habría engañado a varios de sus compañeros con la promesa de iniciar un lucrativo negocio dentro del penal de Pucallpa. Hasta la fecha, se estima que ha acumulado más de medio millón de soles entre todas sus víctimas.
Falsa promesa empresarial
Para llevar a cabo sus estafas, Jahrol Antonhy Zapana Huayaban se hacía pasar por un exitoso empresario del sector de casas de cambio de dinero, ganándose la confianza de sus víctimas. En 2016, aparentemente junto a su tío, alegó haber ganado una licitación estatal relacionada con la alimentación de reclusos y trabajadores del INPE en Pucallpa. Esta supuesta licitación le permitió captar la asombrosa suma de 600 mil soles, según la denuncia en su contra. Sin embargo, el negocio nunca se materializó y hasta el momento solo ha logrado reembolsar a sus víctimas la cantidad de 20 mil soles.
Oscuro historial judicial
Además de estas estafas, Jahrol Antonhy Zapana Huayaban tiene una serie de investigaciones y una sentencia en su contra. En 2019, la Fiscalía Especializada en Criminalidad Organizada inició una investigación por lavado de activos relacionados con sus actividades financieras. En 2020, el poder judicial del Distrito Judicial de Ucayali lo sentenció por el delito de estafa.
En 2021, cuando aún estaba en servicio como policía en Atalaya, fue denunciado por omisión ilegal de acto de su cargo. Durante ese mismo año, el Ministerio Público inició una investigación por concusión, en términos legales, conocido como coima.
Este caso es uno más de la larga lista de policías involucrados en denuncias e investigaciones delictivas. Las investigaciones en curso, tanto a nivel judicial como administrativo, buscan esclarecer las acusaciones y determinar la responsabilidad del suboficial Zapana Huayaban.
El escándalo ha reavivado el debate sobre la ética y la integridad dentro de las fuerzas del orden y destaca la necesidad de un escrutinio riguroso de los antecedentes de los oficiales para evitar futuros incidentes similares. También ha puesto en el tapete el débil control que tienen los oficiales superiores sobre sus subordinados.