El inconcluso Hospital Regional de Pucallpa (HRP), carente de infraestructura, equipamiento y personal humano, no deja de ser un obstáculo para brindarle atención de la calidad a la comunidad ucayalina. Pero más allá de las problemáticas visibles, existe uno hasta la fecha se había mantenido oculto.
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Y es que el mencionado centro de salud cuenta con una deuda de al menos cinco millones de soles, alertó Juan Aranibar Gutiérrez, actual director ejecutivo del Hospital Regional de Pucallpa, en entrevista con Diario Ímpetu. El monto pendiente, afirma, se habría acumulado de forma escalonada desde la gestión del 2009.
La bola de nieve de deudas se habría producido por deudas con proveedores de alimentos, vacaciones pagadas, casos judiciales y otros que suman esta deuda millonaria que carga el HRP desde hace unos tres años. “Ninguna gestión anterior se tomó el tiempo de abordar el tema y darla a conocer en sus reportes anuales”, mencionó Aranibar Gutiérrez, quien agregó que “esta información se habría ocultado sospechosamente”.
“Existen deudas que nunca se habían reconocido, y por eso hicimos un trabajo de dos meses de saneamiento. Hemos emitido resoluciones en las que asumimos dichas deudas, para que de esta forma el Gobierno Regional de Ucayali y el Ministerio de Salud tomen cartas en el asunto”, señaló el médico.
Aranibar Gutiérrez también contó que anualmente el hospital recibe un presupuesto para ejecutar inversiones y compras, pero hizo hincapié que cuando existe una mala ejecución se generan deudas con los proveedores que no se podrían pagar con el presupuesto del siguiente año, ya que eso no está permitido.
“Lo que debió haber hecho cada gestión es reportar las deudas para que las autoridades pertinentes destinen el monto solicitado de forma independiente. Sin embargo, eso no se hizo jamás y la deuda ha ido incrementándose”, argumentó.
SERIOS PROBLEMAS
De acuerdo al médico, durante la gestión anterior, encabezada por Antonio Mercedes Garay (2019 – 2022), no habría realizado un trabajo adecuado, pues dejó la dirección con “serios problemas por solucionar”. Actualmente, el nosocomio carece de medicamentos, alimentos y gastos adicionales debido a que estos no se habrían trabajado en años anteriores.
El Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos (Cenares) es el organismo que abastece medicamentos a los distintos centros de salud. En los últimos años, a raíz del covid- 19, se dejó de alimentar de fármacos al HRP, por lo que ahora la adquisición la harían por cuenta propia.
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“Al no ser compras corporativas, sino directas, las cuales las realiza cada institución con una serie de filtros, lleva un grado mayor de dificultad pues si el proceso es mal llevado se producen problemas gigantescos para el hospital”, indicó el especialista en salud.
Cabe destacar que, sumado a todo lo mencionado anteriormente, Ucayali cuenta con siete médicos por cada 100 000 habitantes, cifra alarmante para los especialistas que necesita con urgencia la región.
PROYECTOS OLVIDADOS
-Doctor Aranibar, ¿cuál es situación actual del Hospital Regional de Pucallpa?
-Primero hay que señalar que, así tengas un hospital, este no servirá si no tienes camas o el equipamiento necesario. Sería lo mismo que antes y seguiríamos en la prehistoria. Nosotros luchamos para que se termine de construir el Hospital Regional de Pucallpa. Sin embargo, esto ya es un tema político que trasciende a un nivel superior.
-El consorcio Pizzarotti prometió terminar el hospital en cuatro años, pero ya han pasado ocho…
-El gobierno, en vista de que la empresa no cumple con lo acordado, han rescindido el contrato y existe un conflicto legal, mientras que el hospital sigue sin funcionar. Durante la última conversación que tuve con el gobernador Ángel Gutiérrez pude darme cuenta que el reinicio del hospital va ser para recién el otro año. Mientras que pase eso nosotros nos encargamos de manejar la situación en el hospital referencial (Yarinacocha) y en el de emergencia (Callería).
-¿Y en qué terminó esa conversación?
-Cuando se empezó a trabajar el hospital nuevo se tocaron tres componentes, entre ellos el de construcción y equipamiento, infraestructura y recursos humanos durante tres años. Se llegó a tener la cifra exacta de cuánto personal se necesitaría, se lo hicimos saber a la autoridad de turno, pero no le tomó importancia.
-¿Qué retos innecesarios debe afrontar para mantener caminando al hospital?
–Es complicado manejar dos hospitales al mismo tiempo. No es lo mismo trabajar en uno solo que manejar la logística de dos, aquí tengo los consultorios externos y las plantas de oxígeno, en cambio en el área de emergencia no hay nada. Si tengo que atender pacientes para evaluaciones tengo que utilizar las ambulancias y camionetas junto al oxígeno, eso genera gastos adicionales: combustible, personal y transporte. Aparte, tengo que dividir la alimentación en dos partes. Y por último, para hacer visitas y reuniones hay que trasladarse de un lugar a otro. Todo esto lo hemos hecho durante casi cinco años y en encima en épocas de Covid-19.
-¿Qué nos podría decir de la falta de especialistas en salud?
–En el hospital regional hay más de 70 médicos, sumando residentes, las tres cuartas partes son especialistas. En el nivel que nos encontramos, en Ucayali, sí hubo un incremento, pero estos aún no pueden satisfacer las necesidades de la población. Muchos médicos egresados de la Universidad Nacional de Ucayali se van a otras regiones o países, y es porque no hay ofertas laborales atractivas aquí. En el caso de los médicos, aquí se les ofrece un máximo de S/5 000, mientras que en otras regiones se les da hasta el triple junto a capacitaciones y talleres. Todo contribuye a que muchos migren. Nadie sabe para quién trabaja.
-¿Especialistas de qué ramas requieren?
-Se tiene que decir que no hay dermatólogo, radiólogo, hematólogo, y algunas especialidades de medicina, pocos cardiólogos y muchas falencias en recursos humanos que deberían ser tomados en cuenta, pues sin ellos no se podría hacer más que un edificio vacío del cual solo se puedan usar dos pisos. La población tiene que saber sobre esta situación.
-¿Qué lecciones no dejó la pandemia?
–Fue fatal, para las regiones más pobres y con menos capacidad resolutiva, no era lo mismo manejar la pandemia en Lima, Arequipa y Piura que, en Loreto, Ucayali, Madre de Dios o Huancavelica. Fue un colapso total. El personal de salud se enfermó, no había capacidad para resolver los problemas. En el camino se hicieron intentos, y el resultado fue terrible.
-La cifra de muertos por Covid-19 sigue siendo un misterio…
–Quiero decir que nunca se ha sincerado la cifra de muertos que hubo en la región, pero fue muy alta y más de las que aparecen en las cifras debido a que muchos fallecidos de zonas alejadas murieron y nadie pudo detectar que era por Covid-19.
YADIRA HUAMAN