En febrero del 2017, una niña de 11 años, sufrió agresión sexual. Ella que ahora es una adolescente, ha tenido que salir del país para recuperar su estabilidad emocional, en tanto el agresor está libre, quizá protegido por poderes políticos o de otra índole.
Justicia que tarda
En manos del juzgado penal colegiado transitorio de Callería, cuya cabeza visible es la jueza Celinda Pizan Ugarte, se encuentra resolver un caso de presunto tocamiento indebido que viene desde el año 2017. La niña que lo sufrió ha tenido que salir del país, convertida en adolescente, para recuperar su estabilidad emocional.
Pese a todas las prédicas de protección a los menores de edad (niños y adolescentes) el caso que vamos a referir, sustituyendo nombres, por tratarse de un problema que involucra a una familia y sobre todo a una menor de edad, demuestra que la mentada “protección” que ofrecen organismos del Estado y algunas organizaciones no gubernamentales, se quedan solo en el papel.
![Niña que fue tocada indebidamente debió salir del país para sentirse bien]()
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Justicia «a paso de motelo»
Demuestra también que la justicia peruana, camina “a paso de motelo” y permite que estén libres personas que pueden seguir haciendo daño a otros menores.
El caso se encuentra contenido en el expediente 00279-2018 del mencionado juzgado y, de acuerdo con el Art. 357 del Nuevo Código Procesal Penal, las audiencias pueden ser declaradas privadas cuando “se afecte directamente el pudor, la vida privada o la integridad física de alguno de los participantes en el juicio”.
La última citación efectuada por el juzgado, dispuso el inicio de la etapa oral del proceso para el 3 de noviembre. De allí, se cita a las siguientes audiencias para los días 8, 15, 17, 21 y 23 de noviembre, fecha en la que debe finalizar el proceso.
¿Qué pasa en el CEM?
Desde el inicio del caso, la familia de la menor agraviada contó con la ayuda del Centro de Emergencia Mujer (CEM) que apoyó con una abogada que se encargó de acompañar a la menor y otra testigo.
Sin embargo, cuando hace poco, un familiar fue a solicitar copias del expediente, le dijeron que el expediente estaba incompleto y no le informaron adecuadamente.
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Han pasado 6 años desde que ocurrió este acto condenable. La menor que padecía problemas emocionales, se vio obligada a salir del país. Ahora que se encuentra lejos, refiere a sus familiares que se siente libre y tranquila y que ha recuperado las ganas de estudiar y vivir, al alejarse del lugar donde tuvo esos problemas. La llamaremos Monic.
¿Qué ocurrió?
De acuerdo con la versión de la menor, el 15 de febrero del 2017, se quedó en la casa de su tía, donde su mamá trabajaba como asistente del hogar, para cuidar de su primito de 5 años de edad, ya que su tía iba a viajar a Lima por cuestiones de trabajo. Ese día, también se quedó la abuelita.
En la noche fueron a dormir a una habitación donde había dos camas. En una de ellas dormía el hijo mayor de su tía y, en la otra, se acostaron ella con su abuelita.
A eso de las 2 de la mañana, el tío (esposa de su tía) ingresó al cuarto donde dormía la niña con su abuelita y le dijo que la acompañe para que se quede a dormir con su primito de 5 años, porque él se iba a ir a trabajar. La niña accedió. Cuando se había recostado para descansar, sintió que su tío se había recostado también y que la abrazaba fuertemente. Luego intentó tocar su vagina. Pero ella lo rechazó. Su tío salió de la habitación y se fue. Desapareció por 15 días.
Una confesión dolorosa
El día 16 de febrero 2017, cuando la mamá de la niña, llegó a la casa de su hermana, a la hora del desayuno, vio llorar a su pequeña hija de 11 años y le pidió explicaciones. Ella le contó lo ocurrido. La mamá lo consultó con otra hermana que le aconsejó presentar la denuncia. Así lo hicieron. El día 17 presentaron la denuncia, pero el tío ya no estaba. Cuando la tía se enteró, dudó de la menor y la familia se dividió. Desde entonces comenzó un calvario de angustias para la menor.
Lo curioso es que la IV Fiscalía Provincial de Coronel Portillo que recibió la denuncia, tardó casi un año para remitir el proceso a la Primera Fiscalía de Yarinacocha.
Esta fiscalía, recién el 1 de febrero del 2018 tomó sus declaraciones a la menor y a su abuelita. En sus declaraciones, la menor, asistida por una abogada del CEM y con la presencia del abogado del imputado, refirió: “Que no logró tocarme mis partes íntimas, porque él estaba abrazándome fuerte y luego quiso meter su mano en mi vagina, por debajo de mi pantalón, tocándome mi vejiga y yo le saqué su mano con fuerza”. Agregó: “El me dijo que solo me iba a tocar mi vagina solo cinco minutos, entonces yo intenté pararme y él no me dejaba , luego el se va después de un minuto aproximadamente, no me dijo nada”. También dice: “En la casa de mi tía, en el cuarto de mi tia…” y detalla: “Que había una cama, estaba durmiendo mi primo… , yo y el señor, la cama era de dos plazas … Que mi primo estaba a un costado, yo estaba al centro y el señor estaba a mi costado”.
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