Después de intentar en vano retirar los pedazos de plástico con sus manos, la vendedora se ve manipulando la chicha con un palo

Irresponsabilidad a la vista

La importancia de la higiene y la seguridad alimentaria es fundamental en cualquier actividad relacionada con la preparación y venta de alimentos. Cuando se trata de vendedores ambulantes, la responsabilidad de garantizar la calidad y la inocuidad de los productos que ofrecen es aún más crucial, ya que a menudo operan en condiciones menos controladas que los establecimientos de comida formal.

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En este contexto, recientemente se ha captado un alarmante acto que pone en riesgo la salud de los consumidores pucallpinos. Una vendedora ambulante de refrescos fue captada mientras realizaba prácticas insalubres que ponen en peligro la salud pública.

Vendedora lavaba su mano

En el video, se observa a la vendedora lavándose las manos directamente en el recipiente que contenía la chicha morada que tenía previsto vender minutos después. Este acto es inaceptable desde el punto de vista de la higiene y la seguridad alimentaria, ya que introduce contaminantes en el producto que se ofrecerá a los consumidores.

Después de lavarse las manos en la bebida, la vendedora repite este acto en un aparente intento de retirar pedazos de plástico del líquido. La presencia de fragmentos de plástico en un producto alimenticio es un problema de seguridad alimentaria, ya que puede representar un riesgo de asfixia o lesiones para los consumidores, además de ser perjudicial para la salud si se ingiere. Sin embargo, el método utilizado para eliminar los fragmentos de plástico, lavando las manos en el producto, es completamente inapropiado y contraproducente.

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Removía con un palo

Tras de intentar en vano retirar los pedazos de plástico con sus manos, la vendedora se ve manipulando la chicha morada con un palo para remover el líquido. Esta acción tampoco cumple con las normas básicas de higiene y seguridad alimentaria, ya que el uso de utensilios no esterilizados puede introducir contaminantes en el producto. Además, el palo utilizado para remover el líquido no es un utensilio adecuado para este propósito, y su uso puede ser perjudicial para la calidad del producto y la salud de los consumidores.

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Si bien el hecho se registró hace una semana viene viralizandose hasta en noticieros nacionales, pues muestra a una vendedora ambulante realizando prácticas insalubres que afectan directamente a sus consumidores, asimismo, genera cierta desconfianza para aquellos comerciantes que sí toman en cuenta la seguridad alimentaria.