Polémico potentado grifero Guido Arias, responsable de atentado contra el medio ambiente en Neshuya, protagoniza nuevo escándalo en perjuicio de la ciudad: pretende que la comuna yarinense le dé luz verde a una serie de modificaciones en un grifo sin título, abandonado desde 2022. La manipulación de tanques, sin ninguna medida de seguridad, podría desatar una explosión frente a una iglesia y al Campo Ferial, al lado de una planta de oxígeno. Arias Vicuña confía en conseguir el permiso ambiental en cinco días, pero la Dirección de Energía y Minas ya le cerró el caño antes.
Perseguido y detenido en 2022 por conducir ebrio, Guido Arias Vicuña, empresario vinculado al negocio de la gasolina —acusado de deforestar a la mala para sembrar palma aceitera en Neshuya y de presunto tráfico con las tierras de los más necesitados—, al parecer no habría escarmentado y continuaría haciendo de las suyas. Esta vez, Arias estaría impulsando un lobby interinstitucional para poner en funcionamiento un grifo abandonado desde 2022, frente al Campo Ferial de Yarinacocha.
El grifo, construido sobre un terreno que apenas contaría con constancia de posesión a nombre de Lina del Águila Yzuiza, no tendría la licencia para hacer modificaciones estructurales. Sin embargo, Arias, al fiel estilo de quienes se sienten dueños del mundo, inició trabajos en agosto último. Estos trabajos en zonas de alto riesgo podrían desencadenar una explosión de grandes proporciones, todo esto frente al Campo Ferial de Yarinacocha, al lado de una iglesia y muy cerca de la planta de oxígeno Loreto.
La estación La Feria, ubicada en la intersección de la avenida Yarinacocha y la calle Callao, dejó de operar en diciembre de 2022 y sus entonces inquilinos, los dueños de Petrogas EIRL, solicitaron la suspensión de la ficha de registro ante Osinergmin, quienes la otorgaron el 5 de enero de 2023. Tras más de un año y medio en abandono y al ver que personas empezaban a mover cosas en el interior del grifo, Petrogas solicitó, esta vez, la cancelación de la mentada inscripción. Empresarios del rubro refieren que la decisión obedecería a deslindar cualquier responsabilidad ante un eventual accidente que pudiera ocurrir.
Arias Vicuña, por su lado, luego de arrendar el grifo a la posesionaria, solicitó el cambio de la titularidad de la ficha de inscripción. Osinergmin, a cargo de Francisco Urcia Escarate y Alex Sotelo Solís, habría ignorado la solicitud de los anteriores titulares y, en una jugada magistral, le habría otorgado la titularidad de la ficha a Combustibles del Oriente SAC, de Arias Vicuña.
El viernes pasado, la Municipalidad Distrital de Yarinacocha, a través de la Gerencia de Comercialización y Licencias y la Gerencia de Acondicionamiento Territorial, paralizó la obra en el grifo La Feria. Las gerencias han considerado que a la obra le falta la licencia de construcción y, de otro lado, existiría el riesgo inminente que la ejecución de esta obra representaría para la comunidad yarinense. La negligencia o irresponsabilidad sería evidente: habría peligro en mover surtidores y tubos de abasto de combustible, así como utilizar trabajadores sin la indumentaria adecuada frente a los gases acumulados por años de dispensación de combustibles.
La municipalidad de Yarinacocha otorgó cinco días de plazo para que la empresa Combustibles del Oriente SAC subsane las observaciones, entre ellas dos que resultan imposibles: el título de propiedad y el certificado de licencia ambiental. Este último es también un requisito para el cambio de titularidad de la ficha de inscripción. Considerando esos elementos, el cambio de titularidad a favor del magnate gasolinero sería irregular, pues no se habría hecho ninguna inspección y tampoco tendrían certificación ambiental vigente.
Justamente sobre la certificación ambiental, emitida por la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM), existe ya un antecedente. Durante un proceso similar llevado a cabo en otra estación de propiedad de Guido Arias, ubicada en el cruce de Unión con Augusto B. Leguía, el empresario solicitó mediante Informe Técnico Sustentatorio (ITS) la certificación ambiental. No obstante, el gobierno regional rechazó otorgar el permiso porque no solo no habría cumplido con subsanar las observaciones, sino que, sostienen los especialistas, era necesario presentar un Plan Ambiental Detallado (PAD), lo que a la fecha no habría hecho.
Historia aparte es la forma en que Arias habría conseguido este cambio de titularidad, que es la única manera en que podría hacer funcionar este grifo, pues de no lograrlo y cancelarse la ficha de inscripción, nunca más volvería a funcionar un grifo en ese predio, ya que la normativa actual, amparada en una sentencia del Tribunal Constitucional, no permite que se hagan construcciones ni modificaciones de este tipo en zonas cercanas a iglesias ni centros de gran concentración de personas (Campo Ferial) y menos en plantas de oxígeno.
¿Cómo habría conseguido Guido Arias ejercer influencia sobre los funcionarios de Osinergmin? Cuando la empresa Petrogas indagó en la entidad, circuló un memorando inquisidor entre los funcionarios del ente regulador de los hidrocarburos que prohibía brindar información sobre el caso Arias, así como cualquier averiguación. ¿Blindaje? ¿No es Osinergmin una institución pública que debe someterse al principio de transparencia y publicidad?
Es importante mencionar que Arias Vicuña, también vinculado al tráfico de tierras y hace poco actor estelar en un desastre ambiental en Neshuya —pues los desperdicios de su empresa Biodiesel SAC mataron miles de peces en el río Aguaytía, según reportó el portal La Voz Ucayalina—, contestó a dicho medio que desconocía los detalles del caso de esa nota. Arias, al ser consultado sobre el grifo La Feria, sostuvo que no conocía ningún detalle, pues tiene negocios en varias provincias, en la capital y el extranjero, y que seguro uno de sus abogados estará a cargo del caso.
LOBBY FRUSTRADO
Fuentes al interior del Gore Ucayali sostuvieron que el camino para las intenciones, al parecer nada santas, de Guido Arias se volvería angosto tras la salida de Elmer Nieto y Roque López de la DREM. La ficha de López sería el exlocador Máximo Borjas, quien habría actuado expeditivamente en la resolución de decenas de certificados ambientales favorables y, según los entendidos, afín a los intereses de Arias. Muerto el lobby y ante su despido de la DREM, Borjas denunció al actual director de energía y minas, Rafael Rengifo, de querer «obligarlo» a darle trámite a la licencia ambiental de Arias. Rengifo no solo habría desmentido la versión de Borjas, sino que alistaría una demanda por calumnia.
Hay quienes esperan que se corten, de una vez, los tentáculos de Arias. Una investigación fiscal sobre Osinergmin tampoco estaría de más.