Postrado en una cama de una habitación modesta, limitado en sus movimientos, Pablo César Prado Paz ha pasado 23 días desde que se produjo un accidente de tránsito que lo inutilizó y donde está implicado el sub oficial PNP Frank Ruíz Vásquez, quien prácticamente lo ha desatendido.
César muestra su pierna izquierda vendada. Lo han operado por fractura de tibia y peroné. En su mano derecha, el pulgar fracturado sigue sin recibir atención médica después de 23 días.
“Estoy aguja», confesó con resignación. No tiene recursos para someterse a una segunda intervención quirúrgica que corrija su lesión.
VER TAMBIEN: Mensualmente reportan 50 infectados por VIH en Ucayali
En la madrugada del pasado 3 de mayo, César Prado Paz sufrió un accidente de tránsito con el suboficial Frank Ruiz Vásquez en la intersección de los jirones Bolognesi y Aguaytía. Tras el accidente, el policía habría abandonado a César en estado de necesidad. Desde esa fecha, no le ha dado ninguna compensación económica para reparar los daños ocasionado a Prado Paz.
Actividades que antes parecían simples y cotidianas ahora le causan frustración e impotencia. Incluso para ir al baño, Prado Paz depende del apoyo de su hermano. Además, se ha visto obligado a renunciar a su responsabilidad de brindar una pensión de alimentos para su hija. La carga económica ha recaído directamente sobre la madre de la menor. Las secuelas físicas y emocionales de este accidente han alterado profundamente su vida.
Sin embargo, el suboficial Ruiz Vásquez habría evadido todas las acusaciones y cuestionamientos. Desde el día del accidente, se habría negado a responder a cualquier intento de obtener una explicación sobre su comportamiento. En reciente llamada telefónica, al intentar abordar el caso con él, se mostró incómodo y respondió con hostilidad: «No vuelva a molestar» y colgó brúscamente.
Al despedirnos de Cesar Pablo Prado Paz, el dolor y la frustración se hacen evidentes en su mirada, pero también se percibe una chispa de esperanza. Con un apretón de manos firme y determinado, agradece sinceramente el tiempo que hemos dedicado a la cobertura de su caso. Mientras continúa su lucha por obtener justicia y recuperarse, su voz se suma al coro de aquellos que claman por un sistema de justicia más justo y equitativo.
Marcio Pérez