En representación de los universitarios, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional de Ucayali, Ademir Vásquez, rechazó la decisión tomada por el legislativo de aprobar, en segunda votación, la ley que propone restablecer la autonomía y la institucionalidad de las universidades, mediante la modificación del consejo directivo de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu).
El líder estudiantil menciona que el Congreso es indiferente a la realidad estudiantil y las decisiones que se toman son sin considerarlos. “Se están tomando decisiones sin pensar en la repercusión que trae a los estudiantes, se están anteponiendo intereses ajenos”.
De aprobar el Ejecutivo el proyecto de ley 697, 862, 908 y 943, el Consejo Directivo de la Sunedu, pasaría a estar integrado por dos representantes de las universidades estatales, uno de las privadas, uno del Concytec, uno del Sineace, uno del Minedu y otro del Consejo de los Decanos de Colegios Profesionales del Perú.
Ante esto, el vocero estudiantil teme que las universidades estén controladas totalmente por los rectores y la manejen como “mejor les convenga”. Asimismo, afirma que esto podría disminuir las exigencias universitarias que hasta la fecha ha logrado la Sunedu. “Gracias a las exigencias de Sunedu, aumentó la calidad educativa, los docentes son mas exigentes”.
Rechazo masivo
Vásquez también es el secretario de la Federación de Estudiantes del Perú, y en comunicación con otros representantes estudiantiles de diversas casas superiores del país, señala que se están sumando en este pronunciamiento de rechazo.
Además, once rectores de las universidades públicas y privadas de distintas regiones del país, integrantes de la Asociación de Universidades Nacionales del Perú (Aunap) y de la Asamblea General del Consorcio de Universidades, firmaron un pronunciamiento expresaron su rechazo a este proyecto de ley.
A través de un comunicado, lamentaron la “deliberada distorsión del concepto de autonomía universitaria y su empleo con el propósito de contravenir los principios que animan la reforma, anteponiendo intereses ajenos a la vida universitaria y retrocediendo así a un modelo fracasado, como es el caso de la extinta ANR”.
TATIANA ZACARIAS