Tras la devastadora inundación del 26 de febrero, los residentes de Yurúa se enfrentan a una situación desesperada al no tener acceso a atención médica. El hospital en construcción lleva paralizado más de un año y medio, sin contar con sustento legal. Más de 17 millones de soles han sido invertidos hasta la fecha, pero la obra se está deteriorando y no hay certeza sobre si se reanudará o no, ya que tampoco está entre las prioridades para reactivarse. Esta situación representa un descuido alarmante para nuestras comunidades fronterizas.
El desbordamiento del río Yurúa el 26 de febrero sumió a la capital distrital Breu y a las comunidades vecinas de Dulce Gloria, Sawawo, Santa Ana y Dorado en una crisis inmediata de salud. A pesar de la urgente necesidad de atención médica de cientos de residentes, se encontraron con la desagradable realidad de que el Hospital de Breu, o Centro de Salud, valuado en más de 27 millones de soles, permanece inactivo desde el 1 de septiembre de 2022, lo que significa un año y medio de parálisis. Además, los funcionarios del gobierno regional no están al día con la información sobre el estado de la obra. El 27 de febrero, la Oficina de Control Institucional del Gobierno Regional notificó al gobernador Manuel Gambini sobre dos preocupantes situaciones que afectan a 2.500 familias en una zona fronteriza abandonada y golpeada por la naturaleza.
