Las graves inundaciones en la región sur de Brasil han dejado una situación crítica con un saldo trágico que sigue en aumento. Con 114 muertos, 146 desaparecidos y cerca de 2 millones de damnificados, la tragedia ha golpeado fuertemente a la población, especialmente en Rio Grande do Sul, donde se concentra la mayor cantidad de víctimas.
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Rio Grande do Sul ha sido duramente afectado, con al menos 113 fallecidos, 756 heridos y más de 400,000 desplazados debido a las inundaciones que han inundado decenas de ciudades, incluida la capital regional, Porto Alegre. Las lluvias torrenciales de la última semana han provocado una crecida sin precedentes de los ríos, sumergiendo barrios enteros bajo el agua.
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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado un paquete de ayudas por un total de 9,800 millones de dólares destinado a Rio Grande do Sul. Este plan incluye medidas asistenciales directas, créditos subvencionados para empresas y asistencia para productores rurales, entre otras, en un intento por apoyar a la región afectada y facilitar la recuperación económica y social en medio de esta catástrofe.
