El expresidente Alejandro Toledo presentó un grave malestar durante una audiencia pública el 11 de julio en el marco del caso Interoceánica Sur, solicitando ser trasladado a un hospital debido a que se sentía «absolutamente mal». La magistrada a cargo pidió a su abogado que coordinara con la familia del exmandatario para tomar las acciones pertinentes.
«Me siento absolutamente mal. No hay un médico. Me estoy ahogando. Por favor, hable con Roberto. Necesito ir a un hospital o a una clínica», exclamó Toledo con la voz entrecortada.
? VER TAMBIÉN: Ministerio de Salud realiza capacitación en detección de cáncer en niños y adolescentes en Ucayali
José Roberto Su Rivadeneyra, abogado del expresidente, detalló el estado de salud de su defendido. «Al ingresar al penal, encontré al presidente temblando, con un fuerte dolor en el pecho. Llamé a una enfermera y tenía la presión de 100 sobre 70, muy baja para alguien hipertenso que suele tener 140 a 150. Además, me dijo que sentía un hormigueo en las manos», explicó en declaraciones a Canal N.
El abogado también señaló que la atención médica no fue brindada de forma rápida. «Lamentablemente, en ese momento no había un médico en el penal de Barbadillo. Me quedé hasta las 3:30 p.m. y nunca llegó ningún médico. Él se quedó esperando recibir atención», añadió.
? VER TAMBIÉN: En operativo inopinado incautan droga, armas blancas y objetos prohibidos
Desde horas de la mañana, Toledo ya se sentía mal y había solicitado la presencia de un médico, pero su pedido no fue atendido. Durante la audiencia, al sentir que se desvanecía, intentó intervenir, pero un empleado del INPE trató de apagarle el micrófono, lo que generó su enojo. «No entiendo por qué querían impedir que el señor Toledo expresara lo que sentía en ese momento», comentó el abogado.
Además, Su Rivadeneyra reveló que Toledo había alertado que desde hace una semana no había médicos disponibles en el establecimiento penitenciario.