El Acta de instalación de la Corte de Justicia del Norte, fechada el 30 de abril de 1824 y resguardada por la Corte Superior de Justicia de La Libertad, ha sido declarada patrimonio cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura. De esta manera reconoce su trascendencia histórica como la primera Corte de Justicia del Perú en la era republicana.
La Resolución Viceministerial N° 000091-2024-VMPCIC/MC, publicada en el cuadernillo de Normas Legales del Diario Oficial El Peruano, firmada por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Haydee Rosas Chávez, destaca una serie de valores asociados a este documento. Entre ellos, se encuentran sus significados históricos, políticos, sociales, biográficos y simbólicos, así como su importancia en la historia de las mentalidades.
El Acta representa un hito fundamental en la consolidación de la nación peruana independiente, lo que evidencia los primeros pasos hacia la emancipación del dominio español y el establecimiento de un orden republicano. Su valor reside en revelar los esfuerzos iniciales por la construcción de una identidad nacional libre de la influencia colonial.
La llegada de Simón Bolívar en 1823 marcó un punto crucial, donde se le otorgaron facultades para liderar la lucha contra los realistas y establecer una capital provisional en Trujillo. Esta designación implicó la responsabilidad de establecer las primeras instituciones independientes mientras se extendía la liberación hacia el sur del país.
La creación de la Corte de Justicia del Norte en 1824 no solo significó la aplicación de la justicia en un contexto de guerra y crisis, sino también la afirmación de un ejercicio constitucional en la búsqueda del bien común. Este acto se enmarca en la voluntad de generar identidad y cohesión entre las regiones y poblaciones emancipadas, mientras se consolidaba el camino hacia una única patria.
El Acta no fue una respuesta a un decreto de emergencia, sino un producto del establecimiento de una república que ejercía sus funciones conforme a lo dispuesto en la Constitución de 1823. Su importancia radica en la sistematización de la administración de justicia en un contexto donde emergía un nuevo orden social, aunque aún sin abolir la esclavitud ni reconocer plenamente los derechos de los indígenas.
Asimismo, el Acta contiene un valor biográfico significativo al registrar la participación de destacados personajes de la época, como José Faustino Sánchez Carrión y Manuel Lorenzo de Vidaurre y Encalada, entre otros.
En cuanto a su relevancia en la historia de las mentalidades, el Acta refleja una nueva concepción de la libertad y la identidad frente al dominio español, evidenciando el derecho y la elección de ser libres. Esto subraya la transformación de la condición humana en el contexto de la construcción de la República Peruana.