Los agentes del Grupo Terna, Aimar Anthony Guerrero Barreto y James Rengifo Briceño, acusados de robar la motocicleta de un colega de la Unidad de Seguridad del Estado en inmediaciones de la comisaría de Pucallpa, serán investigados en libertad. El pasado viernes 25 de octubre por la mañana, a las 10:45, los dos policías abandonaron las instalaciones de la Sección de Prevención e Investigación del Robo de Vehículos –Secpirv– luego que el fiscal provincial Néstor Aldana Fiestas, de la Quinta Fiscalía Provincial Penal de Coronel Portillo, ordenara su libertad.
La razón por la cual el representante del Ministerio Público ordenó la libertad de los dos policías sospechosos fue que la Secpirv Ucayali, a quien derivó la exclusividad de la dirección de la investigación preliminar, debido a una norma legal –la Ley 32130– que el 22 de agosto de este año aprobó el Congreso de la República y que el Gobierno de Dina Boluarte promulgó el 10 de octubre, restringiendo la labor investigativa del Ministerio Público y de supervisión de los actos de investigación policial, a pesar de la flagrancia del delito, los puso a disposición de la Fiscalía solo minutos antes de cumplirse el plazo de 48 horas.
Esta circunstancia fue lo que impidió al fiscal Aldana pedir una audiencia ante el Poder Judicial para solicitar prisión preventiva, permitiendo así que los acusados sigan el proceso en libertad.
Cabe mencionar que Aimar Anthony Guerrero Barreto es hijo del suboficial Técnico superior Pepe Marcos Guerrero Esquivel, mientras que el padre del suboficial James Rengifo Briceño,
La División de Orden y Disciplina de la Región Policial Ucayali, a cargo del coronel Luis Tafur, ha suspendido a ambos agentes y ha anunciado una investigación interna con un plazo de diez días, tras lo cual se evaluará su permanencia en la institución. No obstante, esta situación no es aislada, pues bajo la gestión del general Carlo Mori Rimachi, otros agentes también se han visto implicados en actividades criminales, como sobornos y robos: Manuel Andrade Indigoya, suboficial de inteligencia de la policía, murió cuando asaltaba en el asentamiento humano Carlos Acho Mego. El suboficial Salinas Paima fue detenido en flagrancia pidiendo mil soles para liberar a vendedores de droga y confesó el delito. Saúl López Sánchez, comandante de guardia de la Comisaría de Yarinacocha, pidió y aceptó haber recibido 400 soles para devolver un anillo de oro. Ahora, dos ternas están involucrados en el robo de una moto. Todo en un mismo año.
La creciente presencia de estos casos plantea dudas sobre los controles internos de la PNP y la efectividad de sus filtros de selección, en un contexto de presunta corrupción dentro de la propia institución.