Los moradores del asentamiento humano Víctor Manuel Maldonado Begazo, ubicado en la margen derecha del kilómetro 7 de la carretera Federico Basadre, distrito de Callería, han expresado su creciente malestar con las autoridades locales debido al aparente abandono en materia de seguridad ciudadana. En las últimas semanas, la preocupación ha aumentado luego que una comerciante fuera víctima de dos asaltos, y más recientemente, estuvo a punto de ser asaltada por tercera vez, según relataron los vecinos.
El incidente más reciente ocurrió el pasado domingo 13 de octubre, cuando cámaras de seguridad adquiridas por la comunidad captaron el momento en que un sujeto a bordo de una motocicleta intentaba interceptar a la comerciante mientras conducía su motocarro de regreso a su domicilio en horas de la noche. Al percatarse del intento de robo, la mujer se dirigió rápidamente hacia un grupo de personas que se encontraban en la vía, frustrando el asalto. Pocos minutos después, el delincuente y un acompañante reaparecieron, pero al ver que la comerciante ya no estaba sola, optaron por retirarse del lugar.
Este hecho se suma a una serie de incidentes que han dejado a los vecinos del asentamiento en un estado de alerta constante. Los residentes señalan que el principal blanco de los delincuentes ha sido un comercio que, además de funcionar como tienda, también opera como agente bancario, permitiendo a los vecinos realizar el pago de servicios y otros trámites. Este establecimiento ha sido asaltado en dos ocasiones previas, generando un ambiente de inseguridad en la zona.
Ante esta situación, los moradores hacen un llamado urgente a las autoridades locales para que refuercen la vigilancia en el sector y erradiquen a los consumidores de drogas y delincuentes que, según los vecinos, han tomado control de la zona aprovechando la ausencia de presencia policial. Los residentes temen por su seguridad y la de sus hijos, y exigen que se tomen medidas inmediatas para evitar que la situación empeore.
Una de las principales críticas de los vecinos es la falta de una comisaría en el asentamiento. Según informan, al diseñarse el asentamiento humano se reservaron dos áreas específicas: una para una posta médica, que ya ha sido construida, y otra para una estación policial, que hasta la fecha permanece como un terreno baldío. Los vecinos exigen que las autoridades cumplan con la construcción de la comisaría prometida para garantizar la seguridad de la comunidad y prevenir futuros actos delictivos.
