La Pastoral Social Nacional y la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS) han emitido un contundente comunicado afirmando que «ya no podemos llamar al Perú un país democrático, donde se respeta la dignidad de las personas». En su mensaje, titulado “La autoridad es un servicio y una autoridad que no es servicio, es dictadura”, la Iglesia peruana se posiciona en defensa de la democracia y sus instituciones, mostrando su compromiso como cristianos responsables con la realidad y acogiendo el clamor de la gente.
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Grandes Sombras en la Patria
«Nos indignan las grandes sombras que cubren a nuestra querida patria por los intereses particulares de grupos y personas que, buscando su propio beneficio, destruyen la democracia y las instituciones, vulneran los derechos humanos y la dignidad humana de nuestra nación, y desconocen el Estado de derecho», expresan los obispos en su mensaje.
Como ejemplos de estas «grandes sombras» y de una «cultura de la ilegalidad», señalan la captura de algunos de los órganos constitucionales autónomos del país y los intentos de controlar la Junta Nacional de Justicia, lo que afectaría al sistema de administración de justicia y los organismos electorales.