TRÁGICA MUERTE EN YARINACOCHA
En la madrugada del 25 de abril de 2024, aproximadamente a las 2:40 de la mañana, un presunto asesinato sacudió el distrito de Yarinacocha, cuando en una vivienda ubicada en el lote 20 de la manzana “A” del jirón Ucayali, en el asentamiento humano Las Pradera, personal policial de la comisaría de Yarinacocha encontró el cuerpo sin vida de Carlos Enrique Ibáñez Ruiz, presentando una herida causada por arma de fuego.
Al lugar llegó un equipo de investigación conformado por miembros del Área de Investigación Criminal –Areincri Ucayali– junto con personal especializado de la Oficina de Criminalística, un representante del Ministerio Público y el médico legista. Su misión: llevar a cabo las diligencias de ley en el lugar de los hechos.
Al iniciar la diligencia de levantamiento del cadáver y luego de la evaluación del médico legista, se revelaron detalles sobre la causa de la muerte de Ibáñez Ruiz. El cuerpo presentaba una herida de entrada a nivel del testículo derecho, con un orificio de salida 3 centímetros por debajo de la entrada, y otra herida de entrada con reingreso a nivel de la cara interna del tercio medio de la región femoral izquierda, con un orificio de salida en la cara externa de la rodilla izquierda.
Ante esta trágica situación, el representante del Ministerio Público ordenó el internamiento del cuerpo en la Morgue Central de Pucallpa para continuar con las investigaciones correspondientes.
Durante las entrevistas realizadas por la Policía en el lugar, Roberto Carlos Ibáñez del Águila, hijo del fallecido, informó que horas antes del incidente, él y su padre se encontraban a bordo de un motocarro. Cuando estaban a una cuadra de su domicilio, el conductor les indicó que no podía dejarlos en la puerta de su vivienda y que debían pagar 20 soles por la carrera, a lo cual su padre se rehusó. En ese ínterin, su padre, que en todo momento tenía su arma de fuego en la mano debido a que la zona es peligrosa en horas de la noche, cuando pretendió guardarla a la altura de su cintura, escuchó un disparo y se dio cuenta que su padre empezaba a quejarse de dolor y presentaba sangrado, por lo que optó por quitarle su arma y llevarlo a su vivienda, donde falleció,
Según la Policía, esto de manera preliminar descartaría la teoría del asesinato siendo únicamente un incidente de tiro.
Con el internamiento del cadáver en la morgue de Pucallpa, las autoridades continuarán con las diligencias de ley para esclarecer completamente este lamentable hecho.
