Lacarrera delictiva de Jordan Kevin Lezameta Irazábal fue muy breve: terminó a los 19 años, cuando su vida se extinguió en el asalto a la embarcación “Deo Rego”, en la que participó junto con otros cuatro compinches.
Pese a su juventud, Lezameta Irazábal empezaba a hacerse de un nombre en el mundo del hampa y ya había tenido escaramuzas con la justicia, como la ocurrida en noviembre de 2023, cuando personal especializado de la División de Investigación Criminal –Divincri Ucayali– lo intervino y detuvo al encontrar en su poder un arma de fuego.
El arresto se llevó a cabo cuando Lezameta se desplazaba en una motocicleta lineal por la calle Tumbes, a espaldas del Banco BBVA del jirón Siete de Junio. En aquella ocasión, los efectivos policiales actuaron con precisión y detuvieron al individuo en cuestión.
Durante el registro personal, los agentes de la Divincri encontraron un revólver abastecido con cinco municiones calibre 38, el cual estaba oculto en la cintura de Lezameta. El sujeto no ofreció resistencia durante la intervención y fue trasladado de inmediato a las dependencias de la Divincri para continuar con las diligencias correspondientes.
Al ser interrogado por las autoridades, Lezameta alegó que había encontrado el arma, versión que fue objeto en la investigación por la presunta comisión del delito contra la seguridad pública en la modalidad de tenencia ilegal de arma de fuego.
Una semana después, el magistrado Jason Panduro del Águila, en ese entonces juez a cargo del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria de Coronel Portillo, sentenció a Jordan Kevin Lezameta Irazabal a tres años de pena privativa de la libertad suspendida al encontrarlo culpable del delito de tenencia ilegal de armas. ¿La razón? Porque el imputado se acogió al acuerdo provisional de terminación anticipada, lograda entre el imputado y el Ministerio Público.
