La jueza del Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria, Dra. Melina Díaz Acosta, dispuso nueve meses de prisión preventiva para Erick Muñoz Calampa, investigado como presunto autor de violación sexual a una madre de familia en San José de Utuiquinía.
La magistrada valoró declaraciones, actas policiales, actas fiscales y el informe psicológico practicado a la víctima, que acreditaron fuerte sospecha sobre Muñoz como autor del delito que, de comprobarse lo llevaría, por lo menos, a 20 años de prisión. El abogado de Muñoz, presentó documentación sobre los arraigos, pero la jueza consideró que no era el único factor para investigarlo en libertad. El juzgado evaluó la gravedad de la pena como resultado del proceso, y que, por eso, el imputado podría intentar huir.
El 5 de marzo a las 11:30 de la noche, la agraviada dormía junto a su hija de dos años, en su casa del caserío de San José de Utuiquinía, mientras su pareja trabajaba en un ambiente contiguo. Entonces un hombre se metió a la casa de la víctima, aprovechando que una de las puertas a la calle se encontraba abierta.
El sujeto ingresó a la habitación de la víctima y tras apagar la luz se acercó a la madre de familia para practicarle sexo oral. La denunciante señaló que no opuso resistencia porque pensó que era su pareja. Cuando el hombre se echó en la cama y empezó a agredirla sexualmente, la madre de familia le tocó el rostro, buscando el lunar de su pareja, al no encontrarlo le tocó el cabello, allí se dio cuenta que el individuo a su lado no era el padre de su hija, debido a que este tenía cabello largo, y el intruso cabello corto. La víctima horrorizada se levantó y tras intentar prender la luz sin éxito, gritó llamando a su pareja. Su pareja entró a la habitación a los pocos segundos, mientras el agresor sexual se levantó de la cama y huyó hacia la cocina de la casa para salir por una puerta cerca a ese ambiente, desnudo, llevándose el short de la agraviada.
La pareja siguió al individuo y como la luz de la cocina estaba prendida pudieron ver plenamente sus características físicas antes de que saliera de la vivienda. En la habitación de la víctima, el individuo dejó sus zapatillas, short y su ropa interior. El conviviente de la denunciante reconoció al intruso, pues anteriormente lo había visto en su negocio y le dijo que era ayudante de un bote colectivo.
Con el apoyo del teniente gobernador del pueblo, la víctima y su conviviente se dirigieron al único bote colectivo que vino de Pucallpa ese día (5 de marzo) y, tras preguntarle al dueño si había visto a su ayudante, este dijo que estaba en su bote tapado completamente con una sábana. Luego de despertarlo, la pareja lo identificó como el hombre que minutos antes había entrado a su casa. El ayudante tenía el torso desnudo y vestía únicamente el short de la víctima, pero al revés.
Al verse, descubierto, el denunciado se lanzó al río. Por lo que los demás se retiraron. Al poco tiempo, el conviviente de la denunciante regresó al lugar y el ayudante que ya estaba en el bote, se volvió a lanzar al agua.
Luego, la agraviada y su madre decidieron partir rumbo a Pucallpa en otra embarcación mientras la pareja de esta última se quedó para asegurar su casa. Al día siguiente, cuando la denunciante llegó al puerto de Pucallpa, buscó al dueño del bote colectivo quien le dijo que encontró al investigado nadando con dirección a Pucallpa, lo recogió y estaba aún en su embarcación. La afectada dio aviso a la policía que se encontraba en el lugar, quienes lo intervinieron y verificaron que seguía vestido con el short de la denunciante. Lo identificaron como Erick Muñoz Calampa.
