CONSEJERO ALBERTO PANDURO TENÍA TURNO PERO NO ASISTIÓ A TRABAJAR
La muerte de la gestante Emma Gonzales conmocionó a Ucayali y puso el dedo en la llaga -una vez más- en el delicado sector Salud. Dos días antes de morir por dengue grave en el Hospital Amazónico de Yarinacocha, la madre de 35 años acudió al Centro de Salud Húsares del Perú, en dónde tenía turno el técnico en enfermería Alberto Panduro, actual consejero regional. Información en poder de este medio, actas de asistencia y testimonios, apuntan a que la negligencia y desazón que reinan en la “chacra” de Panduro -expresidiario integrante del Consejo Regional- decantaron en la gravedad de los pacientes atendidos. El hecho merece una investigación no solo administrativa.
Emma Gonzales, diagnosticada con dengue probable y fallecida el último sábado por la mañana, había acudido el martes 26, a primera hora, al Centro de Salud Húsares del Perú. Ahí debió ser atendida por especialistas que condujeran a un diagnóstico temprano del dengue grave que la mató.
Sin embargo, Húsares del Perú que se habría convertido en la chacra del “consejero regional”, Técnico en Enfermería, Alberto Panduro, ese día mostró el rostro de la irresponsabilidad.
Alberto Panduro, esa mañana debía estar de guardia, pues según el rol le correspondía turno de noche y su salida debió ser 7:00 a. m. Por el contrario, Panduro no asistió a trabajar. Según una fuente, sería costumbre de Panduro no asistir a sus guardias y firmar los planillones de asistencia días antes.
Así, luego de la denuncia y ante la gravedad de los hechos, una comisión realizó una inspección el jueves 28, comprobando que, a pesar de tener turno, Panduro no estaba en su trabajo.
No era la primera vez que Alberto Panduro protagonizaba un hecho bochornoso relacionado a su nula ética y mostraba su vocación de defraudador. En el pasado, en mayo del 2021, fue capturado queriendo cobrar el cheque de un trabajador fantasma.
Panduro también se hizo famoso al querer copar una serie de puestos del Estado con sus familiares, manipulando aparentemente los resultados de los distintos concursos que se convocan.
Esta vez el “consejero de la muerte” se ausentó de sus guardias nocturnas y diurnas, firmando con antelación las actas de asistencia. En palabras de los trabajadores que realizaron el monitoreo “el técnico en enfermería Alberto Panduro Valdivia firmó por adelantado su asistencia la entrada y salida de su turno”, además de precisar que fue una colega del consejero quien lo acusó.
Por si eso fuera poco, Panduro habría contratado a una técnica para que lo reemplace, siendo que la profesional no tiene vinculación alguna con la institución, por ende, no podría reemplazarlo. La inasistencia vinculada a la muerte de una paciente que, quizá con mucha suerte, fuera diagnosticada y tratada a tiempo, hubiera podido sobrevivir, delatan el nivel de irresponsabilidad de una autoridad y consagran a la cofradía política a la que pertenece como “el peor Consejo de la historia”.
“El señor Panduro hace aquí lo que quiere, no solo manipula actas de asistencia, eso todos lo hacen, sino que coloca a dedo a quienes se contrata y ganan concursos que él mismo ha amañado” sostiene para este medio una fuente que trabaja al interior del CLAS.
Es importante mencionar que Panduro y compañía, en acuerdo con su líder, el presidente plagiario del Consejo, (quien por andar preocupado en si lo ampayaron o no con una de sus subordinadas) no se da cuenta de las metidas de pata de quienes lo acompañan y andan pidiendo más presupuesto para “fiscalizar” obras del gobierno regional.
¿Es Panduro uno de los ilustres “padres de la región” que se encargará de velar por el correcto cumplimiento de la ley y las obras o el jugoso presupuesto que recibirán les servirá para contratar a sus amigotes, por más incompetentes que sean, y conseguir nuevas formas de presionar al gobierno para seguir obteniendo favores para su familia y amigos?
Tampoco es un secreto que Panduro es un ávido “pedilón”, pues trabajadores de la sede central confirmaron que Panduro llega muy temprano para pedir reunirse con el gobernador y que incluso lleva una lista de pedidos. En algún punto, los pedidos resultaron irrisorios, pues Panduro se considera un agitador de masas en el sector Salud. “Yo controlo a los sindicatos, sé cómo hacerlo” se le habría oído decir ante un puñado de funcionarios gubernamentales. Panduro pretendió la cabeza de cuanto jefe de Diresa obstruyera sus planes, lo que habría incluido aliarse con Jenny Reyna y Claudio Sayez para presuntamente desfalcar las arcas públicas.
Algo de su “poder” debió reflejarse en la Resolución Administrativa 070-2024-GRU-DIRESAU-DEGYDRH-STOIPAD, de fecha 13 de febrero 2024. Informes del 2022, encontraron que Panduro había rellenado para ingresar al sistema, carnets de vacunación de personas que no recibieron la vacuna y habría usado, de manera reiterada y sin autorización, el nombre de Mirelia Ochavano, así como el sello de visto bueno de la gerencia del CLAS Húsares del Perú. El proceso siguió todo el 2023 y recién se emitió resolución, el pasado febrero. ¿Cuál fue la sanción? A pesar que se había recomendado una suspensión de 48 días, sin goce de remuneraciones, sólo lo sancionaron con una amonestación escrita. ¿Poderoso, no?
¿Así terminará una nueva investigación por sus inasistencias a la posta de Húsares del Perú y la presunta responsabilidad en la muerte de la gestante Enma Gonzales?
