El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó a Ucrania de intentar bombardear la central nuclear de Kursk, situada en la región homónima de Rusia, durante una ofensiva lanzada por Kiev el 6 de agosto. A pesar de que no presentó pruebas, Putin afirmó que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ya fue informado sobre el supuesto ataque.
Durante una reunión televisada con su gobierno, Putin señaló: «El enemigo intentó atacar hoy por la noche la planta nuclear». Además, destacó que el OIEA enviará a sus especialistas a Kursk para evaluar la situación, mientras el director del organismo, Rafael Grossi, planea visitar la región fronteriza la próxima semana.
Estabilidad en Kursk
En la misma reunión, el jefe del Kremlin preguntó al gobernador de Kursk, Alexéi Smirnov, sobre la situación en torno a la planta nuclear. Smirnov aseguró que «la situación es estable, bajo control» y que «todos trabajan con normalidad».
Por su parte, Alexéi Lijachov, director general de Rosatom, la agencia nuclear rusa, alertó la semana pasada sobre el peligro de ataques ucranianos contra las plantas nucleares de Zaporiyia y Kursk, mencionando que la situación en Kurchatov, ciudad que alberga la planta atómica de Kursk, es «particularmente tensa» debido a las frecuentes alarmas aéreas.
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Ucrania niega las acusaciones
Kiev ha negado categóricamente las acusaciones de Putin, desmintiendo cualquier intento de atacar la central nuclear de Kursk. Andrí Kovalenko, jefe del departamento para combatir la desinformación del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa de Ucrania, afirmó que «el escenario deseado por Rusia, según el cual las Fuerzas Armadas de Ucrania estarían atacando la central nuclear de Kursk para acusarlas de terrorismo nuclear, no se sostiene».
Kovalenko sugirió que Rusia podría estar preparando una provocación para incriminar a Ucrania ante la comunidad internacional. Este conflicto añade otra capa de tensión a la situación en la región, donde Ucrania ha afirmado controlar cerca de 100 localidades y más de 1,200 kilómetros cuadrados desde su incursión fronteriza en Kursk el pasado 6 de agosto.