Cuando el sol mitigaba su calor, a las 4 de la tarde, se inició el recorrido del corso con carros alegóricos y comparsas que despertaron la atenta mirada de peatones y conductores de vehículos. Ya al caer la noche, llegaron a la plaza mayor.
Allí es donde las comparsas desplegaron toda su creatividad y colorido presentando sus coreografías y estampas con motivos regionales.
Al lugar siguió llegando un numeroso público que aplaudía a los artistas de diferentes instituciones que formaban parte de su respectiva comparsa. Por ejemplo, apareció un impresionante yanapuma o jaguar negro, también una imitación de Dina y sus afamados Rólex, o los malabarismos de Mr. Juerga, entre otros.
En Pucallpa, estamos en modo Viva Pucallpa.
FOTOS: Jean Gonzáles