La jueza Delina Salazar Rojas, que despacha el Segundo Juzgado de Familia, ordenó el internamiento preventivo por un periodo de cuatro meses en el Centro Juvenil de Medio Cerrado de Pucallpa para el adolescente identificado con las iniciales S. F. M., de 14 años, quien enfrenta graves acusaciones por haber infligido lesiones serias a otro menor, de iniciales M. J. V. A., de 12 años. La decisión judicial se basa en la gravedad de los hechos, considerados por la fiscalía como una infracción grave a la ley penal, originada en un conflicto juvenil que escaló de manera alarmante.
El incidente ocurrió hace una semana, la noche del pasado 8 de agosto, en las cercanías de la institución educativa El Comercio, donde estudian los menores involucrados. El menor agraviado, M. J. V. Á., se encontraba sentado en compañía de una amiga, esperando la llegada de la madre de esta última. Fue en ese momento cuando un motocarro se detuvo cerca de ellos. Según la investigación fiscal, del vehículo descendieron tres adolescentes, incluyendo al presunto infractor S. F. M. y a otros dos jóvenes identificados como A. G. P. y P. A. G. Y. Los muchachos rodearon a la víctima y, según el relato de M. J. V. Á., comenzaron insultarlo.
La situación comenzó a caldearse cuando los menores intentaron arrebatarle la mochila al denunciante, lo que dio inicio a un forcejeo entre las partes. En medio del caos, S. F. M., quien fue señalado por la víctima como uno de los principales atacantes, presuntamente utilizó un arma blanca para agredir a M. J. V. Á., causándole una herida profunda en el codo y otra en la espalda. El ataque generó un estado de pánico en la víctima, quien, a pesar de sus heridas, logró escapar del lugar corriendo hacia una tienda cercana. Allí, fue auxiliado por amigos que se encontraban en las inmediaciones, quienes le brindaron los primeros auxilios cubriendo las heridas con una prenda de ropa antes de trasladarlo de urgencia al Hospital Regional de Pucallpa.
El diagnóstico preliminar emitido por el médico que lo atendió fue lesiones traumáticas por presión y fricción con arma blanca, que requirieron de ocho días de atención médica y 35 días de incapacidad médico legal, lo que subraya la gravedad de las heridas sufridas.
La fiscalía ha presentado una serie de pruebas que sostienen las acusaciones contra los adolescentes implicados. Entre ellas, el Acta de Recepción de Denuncia Verbal, donde consta la denuncia inicial, así como la declaración detallada de la madre del menor agraviado. Los informes médicos también juegan un papel crucial al documentar las lesiones sufridas por la víctima. Asimismo, el Acta de Intervención Policial detalla la captura de los adolescentes involucrados, quienes fueron identificados tanto por la víctima como por testigos presenciales del hecho.
Una pieza importante en la investigación es el Acta de Visualización y Transcripción de Imágenes de Video, la cual contiene registros que muestran el momento exacto en que los agresores rodean a la víctima y el posterior forcejeo que culmina en las heridas infligidas.
Durante la intervención policial, se logró recuperar la mochila del menor agraviado, la cual había sido recogida del suelo por uno de los adolescentes implicados, P. A. G. Y., quien admitió haberla levantado tras caer durante el altercado. Este hecho fue corroborado por su declaración, que ha sido integrada en el expediente como prueba adicional.
