La preocupación por el clima y los bosques tropicales, es mundial, pero, desde los incendios forestales y la trágica sequía que aun sigue viviendo la Amazonía, los ojos del mundo están centrados en lo que pueda decirse y hacerse frente a estos dos graves problemas que inquietan a la humanidad.
En ese sentido, la XIV Reunión Anual de Gobernadores por el Clima y Bosques (GCF Task Force), enfrenta desafíos, cada vez más dramáticos, para las poblaciones de los pueblos ancestrales que viven en las profundidades de los bosques de la vasta región amazónica cada vez más perjudicada por la deforestación y la presencia de economías ilegales que destruyen sus recursos.
CLAUSURA Y ACUERDO
Tras cuatro días de reuniones y diversas actividades, el pasado viernes 11 de octubre, en el auditorio de la Universidad Nacional de Ucayali, al finalizar el día, se realizó la ceremonia de clausura del GCF Task Force. Fue una sesión pública que reunió a más de 500 personas. Allí estuvieron gobernadores de otros países, representantes de pueblos indígenas, organizaciones de la sociedad civil y estudiantes universitarios, además de profesionales y población interesada en el tema.
Pero lo importante es que, durante la ceremonia, se suscribió el “Acuerdo por los Bosques”, un documento mediante el cual se implementarán medidas intergubernamentales destinadas a reducir, con acciones eficaces, los índices crecientes de tala ilegal y también de la comercialización de la madera ilegal. El “blanqueo” de madera ilegal podría llegar a su fin, si efectivamente se adoptan medidas. Eso implica combatir la corrupción en el sector forestal.
Para darle mayor solemnidad y garantizar acciones eficaces, el acuerdo fue firmado por el gobernador regional de Ucayali y también presidente de la Mancomunidad Regional Amazónica, Manuel Gambini; el viceministro de Desarrollo Agrario y Riego, Christian Garay y la jefa del Osinfor, Lucetty Vega.
Es de esperar que esas tres instituciones se conviertan en los más activos implementadores del “Acuerdo por los Bosques”. No se puede esperar que pase el tiempo, un año, un mes, un día, sin combatir la ilegalidad que rodea a madera, desde la extracción hasta la comercialización.
Es de esperar que el Acuerdo no se quede sólo en la foto del momento.
COMISIÓN
Es importante que la Comisión Multisectorial Permanente de Lucha contra la Tala Ilegal, organismo que intercedió para lograr este compromiso, entre los organismos mencionados, tenga que estar atenta y monitoreando las acciones del trabajo conjunto entre las autoridades nacionales y regionales para el control y vigilancia de los bosques.
En ese sentido, el “Acuerdo por los Bosques”, es la nueva herramienta estratégica y articulada entre el Gobierno central y los departamentos selváticos del país que integran la Mancomunidad Regional Amazónica. Pero no solo se trata de la actividad ilegal sino que, también, el Acuerdo se fija la tarea de impulsar acciones para el desarrollo económico sostenible de las poblaciones de la Amazonía. Lo que se llama la nueva economía forestal.
Para cumplir con su propuesta de luchar contra la tala ilegal, se ha tomado conciencia que es necesario el uso de tecnología, plataformas y sistemas de información para el monitoreo en los bosques. Con esa información, se podrá ejecutar de manera oportuna, el control, supervisión y sanción de la tala y el comercio ilegal. El objetivo consiste en mitigar los riesgos y disminuir los daños en la flora y fauna. Algo muy difícil, pero no imposible si se pone en marcha la tecnología y acciones de control.
ASESINADOS
Como repetimos, no se puede esperar más tiempo para implementar acciones, sobre todo en una región donde los defensores ambientales de los pueblos ancestrales son amenazados y asesinados de manera impune, por despiadados sicarios de las economías ilegales.
En el caso Saweto, por ejemplo, pese a una sentencia en primera instancia, hasta la fecha los sentenciados siguen libres, uno de ellos, incluso está prófugo, aparente y sospechosamente por la acción permisiva de la justicia. Esa impunidad alienta las amenazas y asesinatos.
Tomando en cuenta esas circunstancias, el gobernador Gambini también se refirió a la urgente necesidad que existe por implementar políticas públicas, desde el Gobierno central, a favor de los pueblos indígenas.
BONO DE CARBONO
Pero también, el gobernador regional se refirió a otro tema, de carácter económico, que sería vital para impulsar la economía de los pueblos ancestrales. Actualmente la comercialización de los bonos de carbono, sólo se realiza tras un complicado proceso burocrático y llega a empresas privadas, cuando debería llegar a los verdaderos defensores y cuidadores de los bosques, es decir, las comunidades ancestrales.
“Desde el Gobierno regional, estamos exigiendo la reglamentación pertinente para que se permita la venta del bono de carbono y resolver la gran cantidad de problemas en los bosques amazónicos. Y lo expondremos en la asamblea de Gobiernos nacionales”, afirmó la autoridad regional.
ECONOMÍA FORESTAL
De igual manera, los gobernadores expresaron su voluntad para impulsar el camino hacia una nueva economía forestal en territorios indígenas, basados en los cuatro pilares del Plan de Acción de Manaos.
Los pilares comprenden a las personas y comunidades, gobiernos y políticas públicas, así como finanzas e inversión del sector privado en tecnología e innovación.
La nueva economía forestal, fue uno de los temas que los delegados y participantes de la reunión del Grupo de Gobernadores por el Clima y los Bosques, se esforzaron en definir con claridad para que sea el norte no solo de los gobernadores, sino, también de los pueblos.
La Amazonía, que en estos días sufre de los incendios forestales (aplacados en parte por las lluvias esporádicas) y la sequía de sus ríos, no puede seguir esperando más.
