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Productores de Bijao se Gradúan de las Escuelas de Campo en Padre Abad: Un Paso Hacia el Futuro del Cultivo Amazónico

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Más de 50 productores de bijao, provenientes de 16 comunidades del distrito de Boquerón, en la provincia de Padre Abad, celebraron la culminación de un proceso formativo crucial para el desarrollo de sus capacidades agrícolas. Estos agricultores recibieron su diploma en el marco de las Escuelas de Campo para Agricultores (ECAS), un programa diseñado para fortalecer el manejo de este cultivo tradicional en la Amazonía peruana, clave no solo para la economía local, sino también para la sostenibilidad ambiental de la región.

El bijao, conocido por sus hojas resistentes y aromáticas, es un producto emblemático de la Amazonía que se utiliza para envolver alimentos tradicionales como los juanes y tamales, en la construcción de malocas y, en muchas comunidades, también en la medicina tradicional. Esta planta se está consolidando como una fuente importante de ingresos para las familias rurales, quienes han visto en su cultivo una alternativa viable y sustentable frente a otras actividades agrícolas más vulnerables al cambio climático.

Transformación y Diversificación: Un Cultivo con Potencial de Crecimiento

La finalización de las ECAS marca un hito en el fortalecimiento de la cadena productiva del bijao. El programa de capacitación, que abarcó 30 sesiones teóricas y prácticas, permitió a los agricultores mejorar sus técnicas de cultivo y de transformación del bijao, lo que se traduce en un aumento de la productividad y en una diversificación de sus fuentes de ingreso.

Carlos Antonio, uno de los beneficiarios, comentó: “El bijao es una alternativa para generar un ingreso adicional. Hemos aprendido el manejo adecuado y la transformación de este producto, lo que nos permitirá aprovechar mejor su valor en el mercado y diversificar nuestras fuentes de ingresos.” Esta declaración subraya una tendencia creciente en la región hacia la mejora de las condiciones productivas mediante el conocimiento y la capacitación, además de la identificación de nichos comerciales que permiten un aprovechamiento más integral del cultivo.

El Bijao como el “Cultivo del Futuro”

Wilmer Luna, gerente de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Padre Abad, se refirió al bijao como “el cultivo del futuro”. En su intervención durante la ceremonia de graduación, destacó los esfuerzos locales por posicionar este producto no solo como una fuente económica, sino también como una alternativa sostenible en la lucha contra la contaminación por plásticos de un solo uso. En ese sentido, la municipalidad está impulsando su uso en la fabricación de platos biodegradables, con el fin de promover prácticas más amigables con el medio ambiente y mitigar el impacto de los desechos plásticos.

Un Proyecto Integral para el Desarrollo Rural Sostenible

El proyecto de las Escuelas de Campo es parte de un esfuerzo más amplio por promover el desarrollo rural sostenible en la región amazónica. A través de la entrega de insumos, herramientas y acompañamiento técnico, la iniciativa busca mejorar las condiciones productivas de las familias agrícolas de Boquerón, impulsando un modelo de autosuficiencia que integre la productividad agrícola con la conservación de los recursos naturales.

Rider Martin Villaflor, uno de los productores beneficiarios, destacó el impacto positivo del programa en la formación de los agricultores locales. “Este proyecto no solo nos ha enseñado sobre el cultivo del bijao, sino también sobre cómo mejorar nuestra organización comunitaria y cómo generar valor agregado a lo que producimos,” señaló. De acuerdo con Villaflor, el proyecto ha fortalecido no solo las habilidades técnicas de los agricultores, sino también sus capacidades organizativas y de comercialización.

Inversión y Proyección de Futuro

La inversión total del proyecto ascendió a S/1,038,581, lo que incluye la entrega de equipos y materiales para mejorar las prácticas agrícolas. Esta inversión ha sido clave para asegurar que los productores cuenten con los recursos necesarios para transformar su trabajo, hacer frente a desafíos como la escasez de mano de obra calificada y mejorar la calidad de los cultivos.

Sin embargo, los expertos en desarrollo rural coinciden en que este tipo de iniciativas deben ser sostenibles a largo plazo. Según Liliana Mendoza, experta en desarrollo rural y consultora de la FAO, “la capacitación de los productores es un primer paso fundamental, pero es esencial que se mantenga el apoyo técnico y la integración del cultivo en cadenas productivas más amplias, para que el bijao no solo sea una fuente de ingresos, sino una palanca para el desarrollo económico de la región.”

Perspectivas: Un Futuro Promisor y Sostenible

El cultivo del bijao, más allá de ser una fuente de ingresos, representa un modelo agrícola resiliente frente a las condiciones del medio ambiente. A medida que crece su relevancia económica y ambiental, las comunidades de la región amazónica comienzan a reconocer la importancia de este cultivo tradicional, que, con la capacitación adecuada, puede abrir puertas a nuevos mercados y mejorar las condiciones de vida de las familias campesinas.

El desafío sigue siendo que la iniciativa se amplíe a otras zonas de la región, se fortalezcan las capacidades locales en el procesamiento y comercialización del bijao, y se logre una mayor integración de este cultivo en las políticas públicas que buscan la reactivación de las economías rurales de la Amazonía peruana. Con este enfoque, el bijao podría, en un futuro cercano, consolidarse no solo como un cultivo tradicional, sino como un motor de cambio para la sostenibilidad económica y ambiental de las comunidades amazónicas.

Conclusión

La graduación de los productores de bijao en las Escuelas de Campo de Padre Abad representa un ejemplo de cómo la capacitación y el fortalecimiento de los cultivos tradicionales pueden convertirse en la base de un modelo de desarrollo rural sostenible en la región amazónica. Con el bijao como protagonista, las comunidades locales no solo buscan mejorar sus ingresos, sino también consolidar un futuro más verde y menos dependiente de prácticas agrícolas destructivas.

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